Narra Malú
Bajo las escaleras rumbo a la cocina. El olor a café me embriaga. Escucho dos risitas picaras y me encuentro a las dos pequeñajas jugando a disfrazarse, a sí mismas y a nuestras mascotas, el único que salió invicto de las manos de estas dos es Chanelo.
+ Buenos días, bonita.
Deja un pico en mis labios y me ofrece una taza calentita, ¡que apetecible!
- Buenos días.
Le sonrío.
- ¿Y vosotras que hacéis, bichillos?
= Aka.
Lucia indica a Danka que está llena de collares.
Exploto en una carcajada. Que paciencia tienen las perras con esta enana.
- ¿Has puesto guapa a Danka?
Asiente orgullosa.
- Anda que no la lías, ¿Eh, pequeña?
Apoyo mi dedo índice en su naricita.
- Pero vamos a dejarlas jugar un ratito fuera.
Me levanto para abrir la ventana que da al jardín y dejar salir a las perras. Quito todos los accesorios que les han puesto encima y las tres salen a correr un rato.
+ ¿Tostadas?
- Sí.
+ Iba a llevarte el desayuno a la cama, pero te has adelantado.
Me encojo de hombros.
- Aquí también se está bien.
+ Me llamó mamá, que si vamos a comer hoy allí.
- Lo que tú quieras.
+ Había pensado en irnos los cinco por ahí.
- No veo bien molestar a Manu un domingo si no es por trabajo, casi no tiene fines de semana libres.
Estoy a tope con los conciertos y eso le exige currar también a él.
+ Vale, le digo a mamá que si.
Las carcajadas provenientes del salón llaman nuestra atención.
- ¡Joder, Lucia!
Llevo mis manos a mi boca. ¿Como una sola niña de dos años puede hacer tantas trastadas juntas?
¡Con el frío que hace fuera!
Ha aprovechado la ventana que dejé sin cerrar para las caninas y salió con una pequeña falda de disfraz, descalza al fango. Ahora se ha puesto perdida de pies a cabeza y con sus piececillos hace dibujos en el suelo de casa con las gotitas que caen.
- Entra a Cami.
Le pido antes de que se le ocurra imitar a su hermana. Por suerte la mayor es más tranquila y solo juega a tirarle la pelota a las mascotas que corren desaforadas tras ella para devolvérsela.
+ Ve tu a abrigar a Cami, yo me ocupo de este bicho.
La desviste y corre con ella hacia el baño.
- Ven aquí, cielo, vamos a cambiarte para que puedas ir a jugar con las perras, hace frío y así puedes ponerte mala.
Le explico. Coge mi mano y en nada vuelve al jardín. Gaby está bañando a la nena y yo me dispongo a limpiar el suelo. Menudo demonio tenemos por casa.
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Solo el amor nos salvará (Segunda parte)
FanfictionNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia. Espero que os siga gustando.