Capitulo 285

343 19 3
                                    

Ahora sí que no puedo reprimir más el llanto, intenté mantenerme fuerte por mi hija, pero no tengo ni puñetera idea de cómo salir de esto, el arma que lleva en sus manos me hace perder el valor.

- Por favor, déjala ir.

Suplico.

- Hago lo que quieras, pero a ella déjala en paz.

Pa: Te creía más fuerte.

Dice llena de odio.

Pa: Venga, vamos a dejarnos de perder el tiempo.

Rebusca en su bolso y saca varios papeles.

Pa: Vas a firmar estos documentos, y todas nos vamos más tranquilas.

- ¿Qué son?

Pregunto muerta de miedo, estirando mi brazo para cogerlos, sin que mi menudo cuerpo deje de  proteger a Alba.

A: No los firmes.

Suplica sollozando, con un hilo de voz, solamente yo puedo escucharla.

A: Seguro es una trampa.

Lo sé. Pero no veo otra forma de salir de esto.

Pa: El primero es tu renuncia a Sony.

Enumera.

Pa: El segundo, es tu contrato con mi discográfica. Me vas a hacer vomitar dinero de todo lo que voy a ganar contigo.

Que asco de mujer.

Pa: Y el tercero, es que el manejo de tu tiempo queda a disposición absoluta de la discográfica. Vas a currar tanto que tu vida familiar será inexistente, puedes despedirte de tus "hijas" y de Gaby, voy a ocuparme personalmente de que nada ni nadie disturbe tu trabajo. Mucho menos ellos.

A: ¡No, mamá! ¡no lo hagas! ¡por favor!

Me ruega llorando desesperada. Llanto que se intensifica cuando la villana que tenemos delante la apunta.

- Necesito un boli.

Ignoro las quejas de mi hija, que ahora mismo no se atrevería a repetir. El miedo se ha apoderado de ambas.

Patricia no tarda en tenderme el primero que alcanza y lo cojo rápidamente dispuesta a firmar.

Pa: Tengo prisa, no leas demasiado que ya te he dicho de que van y no estás en condiciones para negarte a hacer lo que te digo.

Asiento limpiando una lagrima que ha escapado de mis ojos.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora