A: Dos chavales arrinconaron a Elena cuando salía del baño.
Sorbe la nariz.
A: La tocaron mucho.
Solloza recordando la imagen.
A: Por suerte alcanzamos a oír su grito de ayuda y mientras las otras iban a echarle una mano, Sandra y yo corrimos a buscar al novio de la hermana de Andrea. El quitó a los tíos antes de que lleguen a hacerle algo peor y nos obligó a irnos de allí. Nos llevó a su casa, pero fue horrible.
Me cuenta espantada entre lágrimas. Me levanto para sentarme junto a ella en la banqueta que tengo enfrente y poder abrazarla.
- ¿Le hicieron daño a alguna otra de vosotras?
Pregunto preocupada.
A: No.
- ¿Cómo está Elena ahora?
Pregunto comedida por su amiga. Han ido cinco a la fiesta y para todas tuvo que haber sido horrible, pero para ella, sin duda la que más.
A: Asustada.
- Normal.
A: ¿Por qué los hombres hacen esas cosas, Malú? ¡Que es su cuerpo!
Vuelve a sollozar.
A: Y no quería que la toquen.
- No lo sé, cielo, es de aquellas cosas que jamas vamos a poder entender.
Le digo comprensiva.
A: Yo me muero si me pasa algo como a ella.
Sus sollozos se han convertido en un llanto desesperado. La abrazo conteniéndola, que situación tan horrible ha tenido que vivir, y tristemente pasa a diario con resultados aún peores.
A: Estuvimos todas un rato en la casa de Andrea hablando, necesitábamos estar juntas y calmarnos.
Me cuenta.
A: Luego Elena llamo a su mamá para que la fuera a recoger.
Sin duda es lo mejor que ha podido hacer, la chica necesitará del amor de su familia y tal vez algo de ayuda profesional para superar el trauma.
A: Nosotras también hemos tenido que irnos, no hay sitio allí para quedarnos a dormir.
Me mira algo acobardada.
A: Quise volver a casa, no irme donde Sandra.
Vuelvo a abrazarla.
- Me parece muy bien.
Es aquí donde recibirá la contención que ahora tanto necesita.
- Nosotros vamos a cuidarte.
Le prometo dulcemente mientras acaricio su espalda por algunos minutos sin romper aquel abrazo.
- Sube a descansar, estarás agotada.
A: ¿Vas a contárselo a papá?
- Estoy segura que no se imaginaba que os pasaría nada de esto.
Digo seria.
- Y sabiendo que las otras si tenían permiso, a ti no te lo ha dado.
Le recuerdo. Tuvieron varias charlas al respecto, también me pidió a mi que intervenga, pero aunque en otras ocaciones lo he hecho, esta vez me he negado.
- Gaby solo quiere cuidarte, Alba.
Aseguro.
- Aún así, creo que ya has aprendido la lección.
Vuelve a sorprenderme cuando una vez más se echa a llorar.
A: ¿Por qué haces esto?
Su pregunta me deja perpleja.
- No voy a decir nada.
Me excuso creyendo que igual es el motivo de su llanto.
- Pero si pregunta, no voy a mentirle.
Debo ser honesta.
A: No eres mi mamá.
Me acusa llorando, confundiéndome más aún, creí que había manejado bien las cosas.
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Solo el amor nos salvará (Segunda parte)
Fiksi PenggemarNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia. Espero que os siga gustando.