Arqueo mi espalda excitada cuando sus dedos acarician mi centro, ya vamos por el tercer asalto. No quiero que pare de hacerlo. No quiero dejar de estar así de cerquita suyo, nunca.
Respiro agitada, joder ¿como hace para darme tanto placer?
Levanto mis caderas, buscando un mayor contacto, y lo consigue. Una vez más, esa corriente eléctrica tan maravillosa me recorre de pies a cabeza.
Le miro a los ojos y con mi mano derecha acaricio su mejilla.
- Guapo.
Me inclino para besarle. Le quiero tanto. Por supuesto que aquel beso nos lleva hasta el siguiente, y ése precede a otros, dando rienda suelta a una nueva guerra de pasión.
+ Cariño.
Se detiene justo antes de volver a introducirse en mi. Únicamente le miro, esperando a que diga algo, estoy demasiado excitada como para hacerlo yo.
+ No tengo más condones.
Le miro atónita.
+ Ya usamos todos los que traje.
Sonríe y se encoge de hombros gracioso. Creo que no esperaba que fuésemos a follar así. Tampoco yo lo imaginé, pero no me apetece parar.
Me incorporo levemente. Tendremos que hablar, y me parece que no hay mejor momento.
- Hazlo sin condón.
Propongo. El que tiene una mirada atónita ahora es él. Una curva se dibuja en sus labios y niega con la cabeza.
+ Abre un poco, anda.
Me pide con su mano entre mis piernas. Creo que se piensa que solo quiero que me quite el calentón.
- No me has entendido.
Titubeo.
- Quiero hacerlo sin protección.
Pierdo mis ojos en los suyos, algo nerviosa, igual es demasiado pronto.
- Me dijiste que querías que tuviésemos un bebé.
Me explico, cortada, no sé cómo va a tomarlo. Fue mientras discutíamos y puede que lo haya soltado sin pensar.
- Quiero intentarlo, quiero que busquemos a ese hijo.
+ ¿Es en serio?
Asiento mordiendo mi labio inferior. Me parece que no ha sido buena idea mencionarlo, y el llanto acechante amenaza.
- Creí que tú también querías...
Digo avergonzada y sobretodo súper apenada.
+ Es lo que más deseo en el mundo.
Entrelaza nuestros dedos, y lleva nuestras manos a su boca, dejando un dulce beso en la mía.
- ¿De verdad?
+ ¿Cómo podría no querer ver cómo llevas un hijo nuestro en la barriga? ¿y luego verle crecer? Que sea un bicho como su mamá...
- No soy un bicho.
Me quejo mimosa.
+ Si que eres, no paras quieta.
Me mira con esos ojitos que me aseguran que esta enamorado de mi, y que además reflejan muchísima ilusión. Los míos se encharcan y una enorme sonrisa se dibuja en mi cara. Que bonito es.
Me atrae hacia su cuerpo para besarme. Y así nos sometemos una vez más a esa preciosa guerra de deseo donde ambos somos ganadores.
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Solo el amor nos salvará (Segunda parte)
FanfictionNovela inventada. La historia de amor de Malú y Gaby, una pareja que enamora. Por la cantidad de capítulos he tenido que continuar la novela como una nueva historia. Espero que os siga gustando.