Capitulo 220

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Conduzco de regreso a casa con la radio sonando muy bajito, son más de las tres de la madrugada y las más pequeñas duermen en sus asientos. Por suerte Malú ha tenido la idea de llevar los pijamas a casa de mis padres y ahora sólo tendremos que pasarlas a sus camas sin necesidad de despertarlas.

Mamá y papá han insistido en que durmamos allí para evitar la carretera con lluvia a estas horas, pero yo no estaba muy convencido y mi chica ha preferido que vengamos a casa.

A: Que sueño.

Se queja nada más entrar.

+ A dormir, anda.

A: Buenas noches.

Se despide con un beso de cada uno y entra directa a su habitación. Malú carga a Lucia, le quita el abrigo y la lleva a su cuna. Yo hago lo propio con Camila.

+ Bonita.

Llamo su atención una vez solos.

+ ¿Ha pasado algo que no querías quedarte donde mis padres?

No tengo problema en haber conducido y dormir en casa, simplemente quiero asegurarme que la preciosa relación que tiene mi chica con toda mi familia sigue intacta y no ha pasado algo que la incomode.

- Pasó que he bebido alcohol.

Sonríe traviesa.

- Y el alcohol me pone muy

Se acerca hasta la comisura de mis labios.

- Muy cachonda.

Solamente con el tono sexy de su voz ha logrado ponerme a mil.

- Y me apetece que me hagas tuya toda la noche sin ser oída por mis suegros.

La observo de de pies a cabeza, lleva un vestido dorado y unos tacones de escándalo que pretendo quitarle dentro de pocos segundos. Sus labios me reciben gustosos dándome permiso para empezar una guerra de amor y pasión en la que juro convertirla en triunfadora.

Narra Malú

Me despierto con la voz de Cami avisando que papá Noel ha dejado los regalos.

- Dios, si existes no me hagas levantarme aún.

Rezo en un quejido que provoca la carcajada de Gaby.

+ Duerme un rato más, anda, yo me levanto con la enana.

- Tenemos que estar todos para abrir los regalos.

Le recuerdo de mala gana. No he bebido lo suficiente para coger una buena resaca pero si para que me duela la cabeza, y si sumamos que haciendo el amor nos dieron las tantas y no hemos dormido más que un par de horas o tres, lo último que podría hacer ahora mismo es poner cara de ilusión por un anciano barbudo que no existe.

+ Las aguantare lo que pueda, no creo que Alba esté por la labor de levantarse aún tampoco.

No sé cómo pretende conseguir que las chicas esperen para abrir los regalos, pero poco me importa, con tal de dormir un poquito más...

..

.

Unas pequeñas manitas acarician mi pelo revuelto y mis mejillas mientras que escucho risitas por la habitación. Abro los ojos con dificultad desperezándome. Camila y Lucia llenan mi cara de besos.

- Venid aquí que os voy a comer.

Las abrazo haciéndoles cosquillas por donde caigan. Todavía remolona bajo el edredón.

~ Mami, que ha venido papá Noel.

- ¡Que guay! ¿ha traído muchos regalos?

= Lelalo a Lu.

- ¿Ha traigo regalos para Lu?

Asiente orgullosa. Gaby sonríe mirando la estampa y me entrega una pastilla y un vaso con agua.

- Gracias.

Sonrío después de tragar el ibuprofeno.

- ¿Vamos a abrir todos esos regalos?

~ ¡Siiiiiii!

Grita entusiasmada y se echa a correr escaleras abajo.

+ Ten cuidado, bichito.

- ¿Alba está despierta?

+ Sí, estaba hablando con Ivan.

Bajamos, me pasó rápida por la cocina a coger unas galletitas para desayunar mientras el salón se llena de risas, sorpresas y caras llenas de ilusión. Disfrutamos como niños. Papá Noel se ha acordado de todos y ha hecho que pasemos una mañana de lo más bonita en familia.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora