Capitulo 335

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Narra Malú

Me despierto con la alarma de Gaby. Aún es muy pronto, la mía sonará dentro de media hora. No tarda en levantarse y entrar a darse una ducha, yo en cambio prefiero quedarme remolona en la cama. No creo que vuelva a dormirme, pero no me apetece salir de aquí aún. Sin embargo lo hago poco después. Empiezo el día de mala hostia al ver que he manchado la sábana.

- ¡Joder!

Farfullo.

+ ¿Qué pasa, quejica?

Pregunta sonriente al salir del baño. Su buen humor de buena mañana me hace empeorar el mío.

- Que la regla os debería bajar a vosotros.

Digo sin explicaciones entrando en el baño. Me daré una ducha y luego tendré que ocuparme del maldito recordatorio de mi feminidad que he dejado en la cama.

+ Hey, que no pasa nada.

Me rodea desde atrás, mientras me quito la ropa. Veo su reflejo en el espejo y como deja un beso en mi hombro desnudo.

+ Ya me ocupo yo de la cambiar las sábanas.

- Que vergüenza, joder.

+ ¿En serio?

Pregunta gracioso. No entiendo su puto buen humor.

- ¿Puedes decirme que coño te hace tanta gracia?

+ Que eres una enfádica.

Le lanzo una mirada asesina.

+ Y cuando te baja haces un mundo de nada.

Sonriente me besa.

+ ¿Cómo te va a dar vergüenza que cambie yo las sábanas?

- ¿Has visto el lío que deje allí?

Asiente.

+ He visto cosas peores.

Asegura. Ya lo creo, estando horas dentro de cirugías de todo tipo no creo que vaya a espantarse con una mancha de regla, pero aún así me da pudor.

Me da un pellizco en el culo y animado sale del baño, dejándome sola para poder ducharme. Lo hago y al acabar ya está todo en orden. Es un cielo.

Bajo las escaleras con el pijama sucio aún en las manos y le veo preparar el desayuno para las chicas.

- Gracias.

Un pico cae en mis labios sin que diga nada más.

+ Ve a despertar a las nenas, anda, acabo esto y ya subo yo también.

Vuelvo a besarle. Esta vez con más ímpetu. Ahora agradezco su buen rollo a estas horas, si no fuese por el, seguramente habríamos acabado en una pelea por lo que sea. Doy un sorbo a su taza de café y subo a despertar a las chicas, sin ser consciente de cómo se me va a torcer el día.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora