Solo el amor nos salvará (Segunda parte)

Capitulo 341

A: Tendrías que ponerte algo así para los conciertos.

Muerta de risa me enseña un mono que se ve de lo más cutre.

- Si, quedaría guapísima.

A: Y luego para el cambio este otro.

Me hace carcajear.

- Igual despido a Vivi y te ocupas tú de mi vestuario.

A: Se dispara tu imagen.

Volvemos a reír.

A: Ademas te haría buenos precios.

- Lo voy a tener en cuenta.

Le guiño un ojo.

- ¿Vamos ya a casa o te apetece ver algo más?

A: Vamos a casa.

- De camino pasamos a por unas pizzas, que si no tus hermanas me lían por haber estado toda la tarde fuera.

A: Vale.

- ¡Joder, me cago en todo!

Maldigo al ver periodistas en el parking.

P1: Hola Malú.

P2: ¿Cómo estas, Malú?

P1: ¿Son verdad los rumores?

P2: ¿Estas embarazada?

Andamos con prisa hacia el coche.

P2: ¿Para cuando la dulce espera?

- Estamos muy bien, chicos, gracias.

Respondo escueta tras cerrar la puerta.

A: Que pesados.

- Ya.

A: ¡Ay! ¡Adoro está canción!

Exclama al escuchar la voz de Alboran en la radio.

A: Tendrías que invitarle al palacio.

Irá con todas sus amigas.

- Ya lo he hecho.

Sonrío cómplice.

- Pero no se lo digas a nadie.

A: ¿Vas a llevar a Pablo al concierto?

Asiento sin apartar los ojos de la carretera.

A: ¡Ay mamá, si te tengo que querer! Mis amigas van a flipar.

- Tus amigas...

Me río. Alba adora a Pablo.

A: Ya, yo también.

Admite entusiasmada.

A: ¿Ira alguien más?

- De momento, no.

Narra Gaby

Entro a casa e inmediatamente sonrío al ver a Lucia con un trozo de pizza en sus manitas y la cara llena de salsa.

Reparto besos a las cuatro mujeres más importantes de mi vida y tras mimar un poco a las perras me lavo las manos y cojo un trozo para mi también.

+ No os habéis dignado a esperarme.

Me quejo fingiendo estar enfadado.

= Picha.

Lu me enseña su trozo.

~ Mami guardó para ti.

+ Gracias mami.

Nos miramos llenos de complicidad.

+ ¿Y vosotras que? ¿no me habéis guardado nada?

Hago un gesto de tristeza.

~ Ten, yo te comparto de la mía, papi.

Me muero de amor. Cami es un cielo.

+ Gracias, princesa.

Beso su cabecita.

+ Mejor te la comes tú.

Miro a Lucia.

+ ¿Y tú, enana, no vas a compartir con papá?

= No.

Sonríe pícara. Con esa carita que pone cuando va a hacer una trastada.

+ Lucia...

La miro amenazante. Ella se parte sin que mis manos hayan alcanzado aún su pequeño cuerpo para hacerla cosquillas.

Sus carcajadas inundan el salón y en plan de defenderse acaba por estamparme lo que le queda en la cara. Las carcajadas ahora son de todos. Miro de reojo a Malú que se descojona la muy capulla. A pesar de todo, me alegra verla así.