Capitulo 305

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Narra Gaby

Llego a casa después de un largo día. Que difícil se hace trabajar cuando la cabeza y el corazón los tienes ocupados en una sola persona, sin saber que decisión tomar.

Le dedico una mirada fugaz. Esta sentada en el sofá, con Lucia en su regazo y Camila a su lado, bien pegadita, listas para dormir, mirando el cuento que les lee.

+ Hola.

Las tres levantan la vista.

~ Papi.

= Cueto papi.

Lu habla cada día más, esta super comestible.

+ ¿Qué? ¿Mami os esta contando un cuento?

~ Si.

Mami... si que lo es, si las trata con el amor que merecen, tiene la paciencia necesaria para pasarse el día completo con ellas y el criterio perfecto para educarlas... ¿como podría alejarlas?... así el dolor vuelve a mi pecho, al recordar que estoy perdidamente enamorado de una persona que cree que soy otro.

Espero en la cocina a que acabe de contarles el cuento y luego me ocupo yo de acostarlas, ellas también son mi refugio.

+ No has firmado.

Dejo la solicitud de adopción sobre la mesa cuando vuelvo a bajar.

+ Mañana voy con el abogado, debo llevárselos.

Me mira con los ojos encharcados, y se acerca a mi, temerosa.

- Gaby, lo siento.

Que palabras más sencillas y que desgarradoras suenan.

+ Malú.

Suspiro.

+ No necesito tus disculpas. Tienes una opinión de mi que me duele, pero eso no te obliga a cambiarla ni a disculparte.

- No.

Explota en un llanto desesperado.

- No tengo esa opinión de ti, me equivoqué... todos lo hacemos, joder...

Esconde su rostro entre sus manos.

Me muero por abrazarla, reconfortarla en mi pecho y luego comérmela a besos, pero es que simplemente no puedo. Por más que insista en que fue un error, yo sé que pensó que podría apartarla de nuestras hijas, y aunque ahora mismo no lo haga, su desconfianza me ha hecho mucho daño.

+ Lo siento.

Me disculpo alejándome. Soy un puto cabrón por dejarla llorando sola, pero no tengo la fuerza de mantener la distancia que yo necesito dándole el cobijo que necesita ella.

+ Firma y luego me los das.

Le pido antes de abandonar el salón.

- No quiero tenerlas a ellas sin ti.

Me deja ver sus ojos empapados.

- Somos una familia.

Se explica.

- Quiero tenerlas... sabes que es lo que más quiero, pero contigo.

+ Por favor... no me lo hagas más difícil.

Estoy a punto de romperme yo también.

- ¿Y que quieres? ¿Qué pretendes?

Me encojo de hombros.

+ ¿Amigos?

Propongo lleno de dolor.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora