Capitulo 356

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Narra Gaby

Reviso las redes, Malú lo ha petado, una vez más. No pierdo tiempo en ver todo lo que sube la gente, pero si aprecio como están vueltos locos. Que orgulloso estoy de ella. Menuda bestia que es sobre el escenario, con ese cuerpo tan menudito que tiene.

Espero a que llegue al hotel y me llame. Mientras me doy una ducha y me preparo para dormir.

+ Hola bonita.

La saludo cariñoso cogiendo el móvil.

+ He visto que ha ido genial.

- ¡Buah! ¡Una pasada!

Asegura con una risita fresca.

+ ¿Te has divertido?

- Como una enana en el parque de atracciones.

Todavía tiene la adrenalina a flor de piel.

+ Cuánto me alegro.

- ¿Y vosotros que tal?

+ Bien. Las nenas duermen y Alba salió con sus amigas.

- ¿Va a dormir en casa?

+ Si, Sandra y Elena creo que también.

- Vale. ¿Cómo se ha dormido Cami?

Desde la charla que tuvimos ha estado bastante mejor, pero todavía se le hace difícil cuando Malú se va sola y la hora de dormir es la más complicada.

+ Bien... ya sabes que le cuesta un poquito, pero le prometí que mañana iríamos a comprar helado y que tú regresas poco después.

- De chocolate.

+ Vaya morro, que es para las nenas y si lo escoge Cami seguro será de fresa.

- Yo también soy una nena.

Responde con voz infantil.

- Y merezco helado de premio por no estamparle un guantazo a José.

+ ¿Y que ha hecho José para que tengas que contenerte de semejante aberración?

Pregunto gracioso. Tienen una relación de hermanos preciosa, siempre se están picando y gastando bromas, pero además confían uno en el otro como en nadie. Seguro mi cuñado le ha hecho de rabiar con alguna de sus ocurrencias y Malú al no saber como ganar le ha querido meter una hostia.

- Mañana te lo cuento.

Dice sería.

+ ¿Estas bien?

Pregunto algo comedido. Creo que ya no se trata de algún chiste, sino más bien de alguna verdad de esas que duele escuchar, y que entre ellos también son especialistas en hacérselas saber.

- Si me tienes helado de chocolate lo estaré.

No ha colado y sé que finge una sonrisa, aunque no puedo verla.

+ Vale. Helado y klinex para mi niña.

- ¿Estas insinuando que soy una llorica?

+ Que va... los klinex son para limpiarte las comisuras, después del helado.

- Ya te vale. Las comisuras me las limpias tú.

+ Como la jefa mande.

- Así mejor.

+ ¿Estas segura que no quieres charlarlo ahora?

- Súper segura.

+ Prométeme una cosa.

- ¿El qué?

+ Que no vas a pensar en ello y si te vas a comer la cabeza o pasar la noche llorando, me llamas, no importa la hora.

- Vale.

+ No, quiero que me digas que lo prometes... que ya nos conocemos.

- Gaby...

+ Malú...

Resopla.

- Voy a intentarlo.

+ Mira que llamo a Sol para que pase la noche contigo.

- Pesado.

Se queja.

+ No estoy contigo y no quiero que te pases la noche llorando sola.

- Que estoy bien.

+ ¿Lo prometes o llamo a Sol?

- Lo prometo.

Anuncia por fin, de mala gana.

+ Vale. Ahora a dormir para que me puedas llamar dentro de un ratito.

Escucho como sonríe del otro lado del teléfono.

- Buenas noches.

+ Buenas noches, pequeña.

- Gaby.

+ ¿M?

- Te quiero.

Una sonrisa boba se dibuja en mis labios.

+ Yo también te quiero.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora