Solo el amor nos salvará (Segunda parte)

Capitulo 273

Narra Malú

Abro los ojos desorientada. Tengo dos paramédicos a mi lado y tras ellos a varias personas más. Aún no distingo bien de quién se trata.

P1: ¿Te encuentras bien?

Pregunta uno de ellos.

Hago un leve gesto de aprobación.

P2: Tuviste un desmayo, por eso estamos aquí.

Me explica el segundo.

P2: Según nos han contado ha sido por el susto. Vamos a examinarte y hacerte un electrocardiograma, si todo está bien, no necesitas ir al hospital.

Asiento. No tardan demasiado.

Narra Gaby

Maldigo a todos los habitantes de este planeta. Rubén debe tener más de 15 llamadas, todas en vano. Vuelvo a intentarlo con José, Chia, Sol... nadie me lo coge.

L: Llama a Adriana, que le pida a José que te llame.

+ Estarán todavía hablando, me marca ocupado.

Se: Espera un poco más.

Papá intenta mantener la serenidad. Mamá está con las chicas, Alba incluida, no quiero que ellas se enteren de nada.

Se: Ya van a llamarte.

+ Estoy desesperado, papá.

Aseguro al borde del llanto.

R: "Esta bien, cuando hablábamos me enteré que se desmayó".

Por fin mi pantalla se ilumina con mensajes de mi amigo.

R: "Fueron solo unos segundos".

R: "La están examinando los paramédicos".

R: "Te llamo en cuanto pueda pasártela".

Voy a volverme loco con sus mensajes. ¿Qué le pasa a mi novia? ¿Por qué se desmayó?

Vuelvo a llamar a Rubén, pero una vez más soy rechazado.

R: "No puedo cogértelo ahora, te juro que no sé nada más".

Se disculpa.

Narra Malú

Ch: ¿Necesitas algo, gordi?

Me ofrece mi prima llena de ternura.

- Pásame tu móvil, quiero llamar a Gaby.

El mío lo dejé apagado en la habitación. Ahora caigo en que seguro se ha enterado de lo que pasa, o lo que sea que se comente y estará preocupado, no he hablado con él desde que salí de casa esta mañana, y ahora es lo único que necesito. Mi chico.

Ch: Ten.

Solo ella y Sol se han quedado conmigo. Dan algunos pasos y se alejan un poco para darme privacidad.

+ Chia, coño, por fin, ¿Cómo está Malú?

Su tono de voz desesperado me provoca aún más ganas de llorar, quiero estar con él, no a cientos de kilómetros de distancia.

- Soy yo.

Murmuro. El nudo en mi garganta no me permite hablar más alto.

+ Mi vida...

Oigo como suelta el aire que imagino, lleva horas reteniendo.

- Te necesito.

Me rompo, echándome a llorar como una niña pequeña.