Capitulo 235

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Hemos pasado un tarde preciosa junto a Boris, y creo que Alba está algo más tranquila. Volvemos a casa justo para que pueda estar un rato con las pequeñitas antes de dormirlas. Gaby hoy está de turno, por lo que me toca hacer todo sola. Carmen está para ayudarme, pero disfruto de ser yo la que se ocupa de ellas.

~ Buenas noches, mami.

Me abraza con fuerza cuando la arropo en su cama.

- Buenas noches, angelito.

Dejo un beso en su frente y salgo de su habitación.

= Lulú.

- ¿Qué pasa pequeñaja?

Pregunto asomándome a su cuna. La he acostado antes que a Camila.

= Ma.

Me entrega su bibi.

= Abua.

Lleno su biberón con más agua y voy dispuesta a devolvérselo, pero me la encuentro ya dormida, es un bicho, pero adorable como nadie.

Salgo dejando la puerta entornada y me dirijo a mi habitación para poder llamar a Vero, como cada vez que estoy preocupada.

V: ¿Has vuelto a saber algo sobre la tía de las fotos?

Me pregunta después de un rato que llevamos hablando sobre sus cosas.

- No, te lo habría contado.

V: ¿Y que es lo que le preocupa a esa cabecita?

- No fallas, ¿eh?

Mi amiga reconoce mis sentimientos, como siempre.

V: Ya sabes, si es como si nos hubiéramos parido.

Ríe contagiándome, nos conocemos demasiado.

V: Anda, suéltalo todo.

Suspiro.

- Estoy preocupada por Alba.

V: ¿Por qué?

- Me asusta que pueda tener una recaída.

V: ¿Ha vuelto a provocarse el vomito? ¿tiene atracones?

- No, nada de eso.

V: ¿Y por qué te ha venido la preocupación de repente?

- Le están pasando muchas cosas, tengo miedo que sea su forma de escaparse.

V: ¿Qué le pasa?

- Su chico se va a cursar un semestre en Londres y cuando se lo contó a su mejor amiga se le declaró.

Resumo.

V: Ala.

- Si, serán meses difíciles, y pues...

V: No, no va a pasarle, si la terapia fue efectiva con vuestro amor estará bien, pero tenéis que estar atentos.

- No quiero que sufra.

Trago saliva.

- Ni quiero volver a hacerlo yo.

Reconozco a mi mejor amiga.

V: No Malú, no va a pasarle nada.

Espero que tenga razón.

V: Y las cosas ahora son completamente diferentes.

- Vero, es la primera vez en mi vida que tengo lo que siempre soñé, me acojona perderlo.

V: Pero no, que no vas a perder nada, si estáis hechos para ser esa familia tan bonita en la que os habéis convertido.

Mi amiga me da confianza.

V: No tengas miedo, solo los ojos bien abiertos para Alba, no creo que vuelva a la bulimia, pero necesitará vuestro cariño.

- Lo sé.

V: Pues eso.

- ¿Crees que empiezo a ver fantasmas donde no los hay?

V: No lo sé, pero de cualquier manera no estás sola en esto Lula, Gaby tiene que ayudarte a diferenciar tus temores de la realidad, como también tienes que hacerlo tú con él.

- No sé que haría yo sin ti.

V: Pelota.

Ríe.

V: Oye, no me has contado que vas a regalarle.

La próxima semana hacemos un año juntos, y he comentado con mi amiga el regalo y cómo celebrarlo.

- Sus padres van a quedarse con las chicas, nos vamos el fin de semana a la sierra.

V: Y allí no tendréis tiempo de ocuparos de los regalos porque con el frío que os va a tocar a finales de enero, entraréis en calor de la forma que mejor sabéis.

Ríe provocando que se me suban los colores, será guarra.

- ¡Veronica!

V: Usad protección Maria Lucia, que con lo que vais a follar ya te veo contándome que me traes trillizos en la barriga. No os olvidéis que ya tenéis tres.

Me hace explotar en una carcajada.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora