Capitulo 323

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- ¡Ay no! Que genial.

Mi chica limpia las lágrimas que le han producido las carcajadas.

- Te están castigando por hacerte la chula.

Mira a su mejor amiga.

V: Lucia, que yo te adoro cielo, pero ¿cómo te vas a mear encima de mí?

Malú vuelve a explotar de risa.

+ Ven aquí, gorda.

Intento mantenerme serio, pero es que la cara de Vero es un poema, y lo pone complicado.

V: Tu no te rías, capullo.

+ Que va.

Intento esconder mi sonrisa.

+ Vamos a cambiarte.

Hemos traído varías mudas. Todas para la niña, no pensamos que algún adulto también podría necesitar un cambio de ropa.

- Ven arriba, a ver qué te encuentro.

Sugiere sin dejar de carcajear. Me encanta verla así. Hace varios días esta seria y su risa es música para mis oídos.

Narra Malú

En la cama de mi antigua habitación charlo con Vero. Subimos a buscar algo de ropa, y como de costumbre, se nos ha ido el tiempo hablando.

+ ¿Estáis bien?

Su voz se cuela desde el otro lado de la puerta.

- Sí, pasa, anda.

Entra comedido.

V: Con confianza, hombre, que no mordemos.

+ Tu no morderás.

Me guiña un ojo. No se gana un guantazo únicamente porque estoy tumbada en la que fue mi cama súper cómoda y me da pereza incorporarme, pero le lanzo un cojín con fuerza.

V: Bueno, si queréis os espero abajo y os podéis morder, comer, chupar o lo que os apetezca.

- ¡Verónica!

Exclamo escandalizada. Ella si está a una distancia en la que le puede caer un manotazo. Gaby se parte de risa.

V: Va coño, que me lo habéis puesto en bandeja.

+ No hace falta.

Niega también algo avergonzado, con una sonrisa pícara que le delata. Es que mi amiga es de lo que no hay.

+ ¿Vamos ya a casa?

Cambia el tema.

- Estoy agustito aquí.

Le miro con ojos de no haber roto un plato en la vida. Siempre me funciona con el.

+ Son casi las 8.

- ¿En serio?

Pregunto sorprendida. ¿Cómo se ha pasado tan rápido el tiempo?

+ Y las nenas están agotadas. No dejan de montar rabietas por todo.

- Podrías haber venido antes.

Aseguro culposa. Cuando entran en aquel bucle son súper cansinas.

+ Para lo poco que os veis, tenéis que aprovechar cuando estáis juntas.

Le resta importancia.

- Gracias.

Dejo un pico en sus labios, ya de pie, atusándome el pelo para bajar.

- Pero no tenías que ocuparte solo.

+ Que no pasa nada, luego me lo pagas.

Dice gracioso mirando a Vero. No hay duda que lo ha hecho a posta para que la loca de mi amiga suelte alguna pullita.

- No quiero escuchar tu respuesta.

Grito desde las escaleras, graciosa.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora