Capitulo 231

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Han pasado dos semanas desde que volvimos del viaje. Todos hemos vuelto a la rutina y del remitente de la foto no hemos sabido nada, supongo que Gaby tenía razón y lo mejor era olvidarnos.

+ Hola.

Deja un pico en mis labios. He llegado tarde a casa, la gira empieza dentro de un mes y estamos con los ensayos generales.

+ Tienes mala cara.

- No me encuentro bien.

Me quejo.

+ ¿Qué tienes?

- Mocos.

Sorbo la nariz exagerada.

- Y me duele la garganta. Hoy fue super difícil cantar, y todos lo notaron.

Apoya su mano en mi frente.

+ Creo que sí tienes algo de fiebre.

- Ya, ahora voy a por el termómetro. ¿Qué tal por aquí?

+ También volví hace poco, Carmen acostó a las pequeñas, dice que hicieron guerra.

Me encojo de hombros sin decir nada. Es parte de mi trabajo y lo adoro, pero me gusta estar en casa cuando las nenas se van a dormir, contarles cuentos o que ellas me cuenten lo que sea.

- ¿Alba?

Pregunto por la mayor. Me he quedado sin batería y mi movil no ha salido del bolso desde entonces, no tengo idea de lo que ha pasado en casa en toda la tarde.

+ Cenaba con Ivan, estará por llegar.

- Vale, subo a la cama.

No me apetece ni darme una ducha.

+ ¿No quieres cenar?

- No tengo hambre.

Digo desde las escaleras.

Pocos minutos después entra a nuestra habitación con una bandeja en sus manos.

+ Yo tampoco he cenado.

Me cuenta.

+ Y como adoras cenar en la cama, he subido todo aquí por si te arrepientes.

Toma asiento a mi lado y me ofrece el tenedor con pescado. Niego.

+ Anda, ¿me vas a hacer darte en la boca como a los bebés?

No puedo evitar reír. Es súper tierno.

- No, que de verdad no quiero, me duele tragar.

Protesto con voz de niña pequeña.

+ ¿Por qué no avisas ya que mañana no podrás ir?

- Estamos contra el tiempo cielo, no puedo cancelar el ensayo.

+ Es un ensayo, no un concierto, será mejor que no fuerces la voz, ya sabes que es peor.

Ruedo los ojos, lleva razón.

- Puede.

+ Quejica, que no pasa nada.

Me pica, odio que me diga que soy quejica y lo sabe.

+ ¿Te tomaste la fiebre?

- 38, ya te digo, una puta mierda.

+ ¿Pero ves que eres una quejica?

- No lo soy, pero que tenemos que ensayar... ademas me encuentro mal.

+ Ya, pero yo voy a cuidarte.

Sin querer me roba una sonrisa. Cuando me pongo malita me mima más si cabe.

+ Ves, la sonrisa te delata.

- Me gusta cuando me mimas.

Confirmo ruborizada.

+ Y soy tan mal novio que solo te mimo cuando te pones mala.

Ríe irónico, haciendo que yo también lo haga.

- Me mimas más.

+ Te cuido más.

Murmura a quemarropa de mis labios. Los roza encendiendo mi deseo y yo misma me ocupo de sellar la distancia que hay entre ellos.

- No me des besos, que luego te pones malo tu también.

Susurro quitándome, sin dejar de rozarnos.

+ No me pongo malo. Quiero besarte.

Anuncia volviendo a juntarnos.

- Te quiero.

Prometo.

Unos golpecitos en la puerta abierta llaman nuestra atención.

A: Hola.

Alba saluda sin llegar a entrar a la habitación.

A: Ya estoy aquí.

Avisa dispuesta a seguir su camino.

- Hey, ven aquí.

Le pido. Algo ha pasado, lo sé por su voz. Solo un segundo después la tengo refugiada en mis brazos, llorando.

A: Ivan... se va.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora