Capitulo 315

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Narra Gaby

La acaricio lleno de amor mientras recuperamos el aliento. Menudo polvo hemos echado.

+ Chanela.

La pico. Ronronea como nuestro gato mientras disfruta de los dibujos sin sentido que voy haciendo por su tripa bajo la camiseta.

- Sigue a lo tuyo, que me prefieres así y no echándote la bronca por tenerme hasta estas horas la noche antes de un concierto.

Responde autoritaria. Que graciosa es.

+ ¿Sabes que me encanta como reacciona tu cuerpo a mis caricias?

Me giro, apoyándome de costado para verla.

- ¿Cómo?

Pregunta pretendiendo ingenuidad.

+ Te estremeces.

Confirmo en un murmuro, a quemarropa de su oído. Puedo sentir como un escalofrío la recorre de pies a cabeza.

- Que va, tengo frío.

Se excusa irónica.

+ Eso puedo solucionarlo fácilmente.

Aseguro con picardía.

- ¿Sí?

+ Sí.

- ¿No te has cansado?

+ Tengo mucho aguante, creo que eres tú la que anda flojita... y eso que con la gira creí que tenías mejor fondo.

No me da tiempo a nada más, cuando la tengo a horcajadas sobre mi. Que competitiva es. Sonrío en sus labios.

+ Te quiero, mi flojita.

Narra Malú

- Agggh

Gimo extasiada, el eco de la cueva hace que mi voz retumbe y solo unos segundos después le oigo a él. Hoy hemos follado como animales en celo, ¡que barbaridad!

+ Te quiero.

Promete acunándome entre sus brazos.

- Y Yo.

Aseguro mimosa. El cansancio ya se ha apoderado de mi. En nada podremos ver el amanecer. Lo único que me apetece ahora es descansar acurrucada en su pecho.

+ Vamos al hotel.

Propone.

+ Desayunamos algo y nos da tiempo para dormir un par de horas.

Asiento sin poner pegas. Estoy súper a gustito, pero necesito hacerlo. Luego ponemos rumbo a Gran Canaria y tengo que prepararme para el concierto de esta noche. Nunca voy tan falta de sueño y creo que en unas horas voy a querer arañarme la cara. No me importa. Merece la pena por esta noche mágica.

..

...

- ¡Mátame camión!

Me quejo al apagar la alarma. Ya no puedo remolonear más en la cama, estamos justos de tiempo.

- Gaby, estoy fatal.

Alego. Realmente no me encuentro bien, no es solo cansancio.

+ ¿Qué pasa, bonita?

- Me duele todo.

Apoya sus labios en mi frente, para luego dejar un beso allí.

+ Tienes fiebre.

- ¡Vaya mierda!

Tendría que haberlo pensado al pasar toda la noche semi desnuda en una cueva donde hacía un frío de cojones y nosotros sudando como bestias por no dejar de follar.

- Odio dar conciertos estando mala.

+ ¿Puedes hacerlo?

Le dedico una mirada asesina que asegura mi respuesta. ¿Acaso no me conoce? ¡Que soy Malú!

El me la devuelve con desaprobación y se mete en el baño. Que asco de día se avecina.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora