Solo el amor nos salvará (Segunda parte)

Capitulo 332

~ Sí te has ido, a cantar. Y papi al hospital con Lu. Me recuerda.

~ A mi no me gustó.

Suspiro agobiada. No creí que esto iba a afectar tanto a Cami. Es la niña "perfecta", se porta bien, hace caso, todos la adoran, y ella se queda súper bien con todos. ¿Cómo podría haber imaginado que iba a hacerla tanto daño?

- Ya. Justo cuando tuve la gira en America, Lu se puso malita y papi tenía que acompañarla en el hospital, pero eso no ha vuelto a pasar, y nadie va a irse.

Le explico.

- Cuando regresaste estabas triste y luego te fuiste otra vez a cantar, y papi también se fue contigo.

Inocentemente me recrimina los conciertos de Tenerife y Gran Canaria. Gracias a que Gaby me siguió, hoy estamos juntos, lo que agradezco con todo mi corazón, fue un fin de semana precioso, pero a Cami, ¿qué le digo? Explicar nuestra pelea solo podría ser peor.

Su confesión me ha pillado desprevenida. Tendría que haberme dado cuenta mucho antes de como la ha afectado a ella.

- Angelito...

Busco en mi cabeza las palabras que me ayuden a dar seguridad a la peque.

- Hay veces que pasan cosas que nosotros no podemos controlar.

Espero poder hacerla entender.

- Como que Lucia se puso malita justo cuando yo no estaba.

Me mira atentamente.

- Y entonces tenemos que actuar de la mejor manera que podemos.

Acaricio su carita, llena de amor.

- Papi quería mucho estar aquí con vosotras, no en el hospital, pero tuvo que hacerlo, porque Lu no podía estar solita.

Escucho a Gaby apoyarse en el marco de la puerta. Igual ha venido pensando que me dormí con la nena, pero no voy a girarme. Tengo toda su atención y no quiero perderla.

- Pero ninguno de nosotros va a dejar de cuidarte, Cami. Ni a ti, ni a tus hermanas.

Prometo.

+ Cielo...

Esta vez interviene el.

+ Mami va a volver a irse a otros conciertos.

Aclara ante su desasosiego.

+ O al estudio... O al sitio que sea, pero no por eso va a dejar de protegerte.

Se acomoda cerquita nuestra.

+ Ni mucho menos de quererte.

Asegura.

+ Mami trabaja en algo que la hace muy feliz y a veces le toca estar lejos, pero no nos abandona, porque su corazoncito está con nosotros.

Adoro la forma en que Gaby trata con las chicas. Siempre le he admirado.

+ Y dormir no es un peligro, porque no va a irse mientras lo haces.

Le explica.

+ Te va a avisar, y se  va a despedir de ti con muchos besos y abrazos. Como lo ha hecho antes y como yo, cuando tengo turnos, te lo digo y tú sabes que regreso a casa el día siguiente.

La nena parece pensar en lo que le habla su padre.

- Angelito, ¿tu me dejarías de querer?

~ No.

- ¿Y si hago algo que no te gusta?

~ No.

- ¿Y si vas a un sitio que mola mucho, como el parque de atracciones?

~ No.

- ¿Y si te riño?

~ Siempre te voy a querer, mami.

Afirma sin dudar ni por un solo segundo. Yo me muero de amor con esta niña.

- ¿Por qué?

Piensa algunos instantes y luego me mira frustrada.

~ No sé.

Sonrío dispuesta a explicarle.

- Porque soy tu mamá.

Acaricio con delicadeza su pelito. Ella solo me mira sin entenderme.

- Y así como tú no me dejarías de querer, yo tampoco te podría dejar de querer a ti, porque eres mi hija.

Le hablo dulcemente.

- Aunque hagas trastadas, aunque me enfade por lo que sea, y aunque me vaya de gira, yo siempre te voy a querer, Cami.

Prometo.

- Te voy a cuidar y te voy a dar todo mi amor.

Veo el cansancio en sus ojitos.

- Ahora a dormir. ¿Vale?

Me levanto cautelosa y la arropo bien.

- Y si tienes yuyu, me lo dices para que te pueda  ayudar a dormir solita en tu cama, sin miedo.

El agotamiento la ha vencido. Después de dejar un beso en su mejilla ha cerrado los ojos sin ser capaz de contestar nada. Cogida de la mano de mi chico deshago los pasos que hace un rato di junto a ella, rogando por haber acallado su inseguridad.