Capitulo 385

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Narra Malú

Jueves.

Sentada en una tumbona observo a las más pequeñas devorar la sandía que les he servido. No me encuentro muy bien, por lo que Danka, como siempre está a mi vera.

- No hagas eso, Lu.

Le pido sin mucha energía.

- Si ya has acabado ese trozo, coge otro.

Esta niña es una tragona y no quiere que se pierda nada de la fruta, por lo que lucha por acabar cada rastro de esta manchando todo su vestido.

- Que te pones perdida.

P: Deja a la niña disfrutar.

Mi madre me regaña y luego me da dos besos cariñosos.

- Hola mamá.

P: Que cara traes.

- Estoy súper cansada.

Le resto importancia.

- No te he sentido llegar.

P: Ya, Carmen me ha abierto.

- Mirad chicas, ¿Quién ha venido?

= Sadia

Señala su trozo.

P: Que rico, Lucia, pero ven aquí a darme un beso.

~ Pepiiii

Cami ya está colgada del cuello de mi madre.

P: ¿Nos damos un baño en la piscina?

Propone.

~ ¡Si!

Grita con entusiasmo.

P: Sube a descansar un rato. Yo me ocupo.

- ¿Estas segura?

P: Por supuesto.

Acepto encantada. Necesito tumbarme para coger fuerzas y armar las maletas luego. Mañana nos vamos a Barcelona, el sábado tocamos allí y hemos decidido que es un buen destino para ir todos. Incluso mamá ha accedido a venirse con nosotros.

- ¿Te echas la siesta conmigo, Chani?

Le pregunto al gato que sube conmigo las escaleras.

...

Dos horas después me desperezo en la cama. Joder, si que me ha sentado bien dormir un poco. El sueño que tengo últimamente no es normal.

- Chani... despierta gatito.

Le acaricio.

- Vamos abajo, dormilón.

No sé cómo pretendo activar al animal si yo sigo remolona bajo el edredón. Es el llanto de Lucia el que me obliga a incorporarme. Me recojo el pelo en una coleta y bajo con prisa al jardín.

- ¿Qué pasa, enana?

Mi madre se muere de risa.

P: Si que es bicho esta niña.

- ¿Qué hiciste, Lu?

Sus lágrimas empapan su carita.

P: Esta empecinada en caminar en el agua y se puso los manguitos en los tobillos.

Me cuenta.

P: Pues nada, se pone de morros porque no la suelto para que pueda andar.

Exploto en una gran carcajada que provoca el llanto aún más intenso de la nena.

- Mira si serás tormento.

Limpio sus lágrimas y beso sus mofletes.

- Es peligroso reina, por eso Pepi no te deja.

= Lu no quele Pepi.

Lloriquea haciendo que mamá y yo sonriamos.

- ¿Te quedas aquí con mami?

= Co mami.

- Vale, pero sin llorar.

P: He traído helado, ¿vamos a buscarlo, Cami?

Mamá mira por el rabillo del ojo a Lucia.

~ Si, yo de fresa.

P: Si no te conociera yo, de fresa le traje a mi niña.

= Lelado Lu.

- ¿Pero como vas a ir con Pepi si no la quieres?

Finjo confusión. La nena se baja de mis brazos y se acerca con decisión a su abuela para cogerle la mano y entrar con ambas a casa.

= Lu quele Pepi.

Asegura haciéndonos reír hasta soltar algunas lágrimas.

P: Cuando te convierte, ¿eh?

Le hace una pedorreta en la barriga y desaparecen en el interior de nuestro hogar. Quien diría de la chiquitina, parece una santa, pero menudo monstruo tenemos por casa.

Solo el amor nos salvará (Segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora