Indirecta muy directa dirigida a Laura.
-¿Por qué te has levantado? - le preguntó.
-Porque, aparte de que necesito caminar, estábamos - habló por los dos - haciendo la prueba de saber si Teresa se quejaría de algo.
-Y se ha quejado de lo más insignificante.
-La detesto con todo mi corazón. He querido a todas mis suegras, menos a esta. Es insoportable.
-Muy refinada - apuntó mi madre.
-Si sólo fuera eso... lleva aquí desde las nueve y media. Movimiento que hago, movimiento que me critica. Estoy hasta el moño, y nunca mejor dicho, de ella.
-¿Te marcharás de Madrid? - le pregunté.
-Sí - respondió bajando el tono - En julio y parte de agosto. No sé dónde. Lo tengo que decidir aún.
-¿Y cuándo te dan el alta? - se metió de nuevo mi madre.
-Mañana o el lunes. Cuando antes, mejor.
Se quitó el chal y lo apartó de su alcance con mala cara.
-¿Por qué te lo quitas? Vas a coger frío - le dijo mi madre.
Mamá le hablaba (y habla) siempre con dulzura y desde la perspectiva de la figura materna que Laura perdió siendo una niña.
-Porque tengo calor y me lo ha puesto la vieja esa sin que yo estuviera de acuerdo.
-Es que hace calor aquí - seguí yo.
No lo hacía para darle la razón, lo decía en serio. En aquella habitación de hospital el aire era cálido y se notaba calor. También debía ser porque estábamos a 9 de junio, pero creo que la temperatura era demasiado elevada aunque la ventana estuviera abierta.
-Y ahora porque lo tengo abierto, porque si no me muero.
-¿Te ha dejado tu suegra? - le pregunté en coña.
-Directamente, ni se lo he preguntado. Me ha dicho que la cerrara y le he dicho que no.
Seguimos hablando sobre otros temas. Laura estaba más animada que el día anterior pero continuaba con la tristeza en el rostro y con las ganas de dejarlo todo atrás. Alguien tocó la puerta y abrió con desparpajo.
-Prime - fue lo primero que escuché.
Era Darío, el primo gay de Laura. La suele llamar 'prime', como si fuera prima en inglés. Es un año más pequeño que ella y se llevan de maravilla. La abrazó y le dio un beso. Laura hizo las presentaciones y Darío empezó a hablar con mi madre que le reía las gracias. Es un chico muy divertido. Trabaja de recepcionista en un hotel de Menorca.
-Prime - la llamó. Laura lo miró - Mi madre dice que no puede venir este finde a verte porque trabaja.
-Okey, dale un beso de mi parte - y siguió hablando conmigo.
La charla con Laura fue muy agradable. No pensé en Charo ni en nadie más. Lau había variado su postura. Había vuelto a estirar las piernas y a colocarse recta, cara al frente, con los cojines en la espalda. Me explicó que había dormido fatal y que se había quedado su padre con ella porque Carlos estaba muy cansado de las operaciones. Me callé lo que pensaba.
-Tu primo cae bien a todo el mundo, ¿no? - le pregunté.
-Es muy abierto. Es lo opuesto a mí en este sentido. Me cuesta coger confianza en la gente. Tú no te preocupes, eres de los que más confío.
Ambos sonreímos. Mi madre y yo nos marchamos casi a la una. Laura se quedó sola con Darío, que nos miraba con atención, como si quisiera adivinar qué se escondía detrás de nuestra relación. Fuimos a comer a casa. Mi padre estaba ahí, mirando la televisión y nos preguntó de dónde veníamos con su habitual mal humor.
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Tu amor, a un acorde de guitarra
RomanceNos conocimos en 2007, un día común de julio... Mi nombre es Javi Álvarez. En 2007 me dieron el mejor trabajo del mundo, ser guitarrista de una cantante conocida mundialmente: Laura Montes. Me enamoré de ella perdidamente pero parecía que solo era...