Parte 198

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-Pues búscate a otro – drástica respuesta de mi chica – Hay muchos que sí aguantan. No me contradigas, Isma, que te veo – lo advirtió con seriedad.

-Por un día que iba a darte la razón...

-Ah, vale, faltaría más.

-Pero a veces no es el tiempo, sino la calidad – alguna réplica tenía que haber.

-En este caso, van asociados. Soy la única chica de la mesa, creo que sé de qué hablo.

La siguiente pregunta fue de un chico llamado David que preguntaba si ir a Colombia a ver a su chica, el amor de su vida, era una locura.

-Es lo más bonito del mundo – dijo Laura un poco soñadora – Isma, ¿Es necesario que cada vez que salga un David tengas que poner esta canción?

Habían puesto una pieza de David Moreno que a mi Laurita no le entusiasma por su significado ya que su ex se la dedicó cuando aún estaban juntos. Resulta que se convirtió la balada más conocida de él. La canción más famosa es medio tempo tirando a rápido. La cambió por el dúo de Laura y David Domínguez. Esa ya le pareció mejor.

-Continúa con lo que decías.

-No, que es una de las cosas más bonitas que se sorprenda a una chica así.

-A ti te lo han hecho y callas...

-A mí me han hecho tantas cosas... - Amador soltó un 'uh' bastante sugerente – Y eso sí, lo han hecho por mí, en ese caso yo estaba en México, meses atrás – me miró de reojo.

-Creo que ha quedado claro quién te lo ha hecho... al menos aquí en la mesa.

Arqueé las cejas. Yo me mantenía en silencio por pereza, básicamente.

-Dice mucho de las intenciones de la pareja y yo creo que son buenas el 99% de las veces.

-Yo lo máximo que he hecho para ver a una chica ha sido ir de Leganés a Fuenlabrada a su trabajo – Isra tenía que destrozar la atmósfera.

-Eres tan basto cuando quieres... - Laura meneó la cabeza de un lado a otro – Y tan poco romántico. Así te va.

-Así me va – reconoció.

Al terminar nos desearon mucha suerte y a la una y media ya estábamos en casa.

******

El viernes 29, Álvaro regresó a cantar con nosotros. Era en Torla, también en Huesca. Sí, había predilección por esa zona para que Laura fuera a cantar.

-Álvaro ahí abrígate que hará frío – lo advirtió Laura de camino.

-No he llevado chaqueta – bostezó – He dormido tres horas, así que no sé ni la hora que es.

-¿Tres horas? – flipó Jorge, al volante.

-Es lo que conlleva tener un hijo de quince días que es como un vampiro: duerme de día y vive de noche. Así que con vuestro permiso voy a sobar.

Fue decir esa frase y caer en un profundo sueño hasta llegar al pueblo. Vale, refrescaba, era cierto. Lo bueno es que yo tampoco había traído nada para abrigar y Laura no lo sabía. Se lo dije en la habitación del hotel. No me lo recriminó. Álvaro y yo, al notar el aire fresco, tuvimos que ir al Intersport del pueblo a buscar una chaqueta, hecho que mi chica no dudó comentar durante el concierto. Tuvo varias salidas graciosas. En el público había bastante gente mayor y le pedían Mírame cada dos por tres. También tuvimos problemas de sonido al inicio hasta que de golpe, se hizo la luz.

Tu amor, a un acorde de guitarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora