El día siguiente fue un día de trabajo en el que continué sustituyendo a Mauricio. Estaba mejor pero era recomendable que estuviera en cama unas horas más. Y el miércoles fue un día más relajado. Laura tuvo ensayo de Paloma San Basilio y se metió en un estudio para grabar el tema principal de una telenovela. Yo, de mientras, pasé el día con Mauricio, que gozaba de un mejor estado de salud, Gaby y Cristal. Elías iba con Lau, trabajando en su seguridad. La profesora le dio clases a la niña. Mauricio y yo estuvimos haciendo un poco de turismo y luego ellas se unieron a nosotros. No vi a mi chica hasta media tarde. Estuvimos en un parque cercano al hotel con Mauricio, la pequeña Cristal y sin sus padres. Disponíamos de una pelota de baloncesto. Ahí había una cancha para jugar. La niña tiraba la pelota arriba pero ni se acercaba a la canasta. La cogí en brazos y volvió a lanzar desde esa altura. ¡Canasta para la princesa! Laura y Mauricio estaban sentados en un banco. Él lanzó la pelota desde la posición de tiro libre y entró. Lau se dedicó a grabarnos para colgarnos en Instagram. Yo decidí tirar desde medio campo.
-No entrará – poca fe de Mauricio.
Laura no bajaba el móvil. La pelota entró después de dar un par de vueltas al aro. Cristal alucinaba y mi amor tenía la boca abierta.
-Espera que voy yo – le lancé la pelota al vuelo.
Ella me había grabado y yo la grabaría a ella. Se colocó a medio campo, de espaldas a la canasta y antes de tirar miró a cámara.
-Venga, voy a perder la dignidad, porque la fallaré – dijo con buen humor.
-Una cena a que entra – hablé yo y la cámara fue testigo de lo que acababa de decir.
Tiró la pelota con fuerza. El tiempo que tardó en girarse, fue el tiempo en el que el balón entró en la cesta sin tocar a su alrededor. Mauricio fue el primero en reaccionar. Detuve el vídeo. Cristal fue la recogepelotas del momento. Laura estaba boquiabierta, sin creer lo que había hecho. La agarré de las muñecas y le di un tierno beso en los labios.
-Eres una crack – la felicité – Ya verás los likes que tendrás. Cuélgalo, va.
-Me debes una cena.
-Encantado.
En mi vídeo puso "El Pau Gasol de Alcorcón. No falla ni una" y en el suyo escribió "Y a perder la dignidad!! Jeje, es coña, miradlo y sabréis". En cuestión de minutos llegó a los 1000 likes y muchos comentarios se hacían eco de su habilidad. En el mío no había tantos pero no me quedaba corto. Elogiaban nuestra habilidad con el balón. Volvimos al hotel. Cristal caminaba de la mano de Laura.
-Eso es la suerte del principiante – dijo Mauricio.
-¿A mí me grabaste? – preguntó la pequeña.
-Sí, luego te lo enseño – le contestó Laura con ternura.
Elías y Gaby estaban sentados en los salones de la planta baja. La niña fue corriendo a abrazarlos.
-Papá, Gaby, mirad lo que hizo Laura. Tita, tita, enséñaselo – hablaba con euforia.
-Laura, no hubiese dicho nunca que jugabas a baloncesto – le dijo Gaby.
-No juego. Si he tirado a lo loco. El profesional es Javi.
Laura y yo subimos a la habitación. Nos duchamos y nos concedimos unos minutos de intimidad y de cariño.
-Mi pequeña pívot – le di un beso en la frente. Se rio.
-Hoy no puedes decir que sólo a mí se me dan bien los niños porque Cristal te adora. Niño que te presento, niño que te coge adoración. Mira Raúl, te tiene en un pedestal.
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Tu amor, a un acorde de guitarra
RomanceNos conocimos en 2007, un día común de julio... Mi nombre es Javi Álvarez. En 2007 me dieron el mejor trabajo del mundo, ser guitarrista de una cantante conocida mundialmente: Laura Montes. Me enamoré de ella perdidamente pero parecía que solo era...