Parte 144

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Los amigos se escogen, la pareja también, la familia, no. La mía, afortunadamente o desafortunadamente, tiene gente que no debería estar. A medida que avanza el tiempo, me doy cuenta de la maldad de mi tía Cynthia. Ella, una persona fría, con la mente retorcida a más no poder, que siempre intenta conseguir lo que se propone, sólo hiere a los de su alrededor. Siempre se llevó bien con la primera mujer de mi padre después de morir mi madre. Otra maléfica con un hijo que se juntaba a quien quería por interés. Ellas, corazones de acero, no eran bienvenidas en mi vida. Esa comida, Javi lo decía, sería difícil de digerir. Fue un almuerzo demasiado complicado de tragar. Necesitaba pensar, estar sola. Preguntarme el cómo y el porqué de esas indirectas. ¿Estaría siendo la relación con Javi la causante? ¿Estaría defraudando a la familia y ella era la única que se atrevía a decirlo? Sólo había una solución, pedir consejo a la más grande, a la sabia de la familia, mi abuela, mi tesoro, mi estrella. Me acompañó a la habitación. Ansiaba tener paz. Nos sentamos en la cama, de lado.

-¿Qué hago mal? – le pregunté - ¿Qué estoy haciendo mal?

-Nada, cielo, nada.

-¿Pues? ¿Por qué la tía Cynthia no para de meterse conmigo?

-Porque ve que eres feliz y ella no puede tener la felicidad que tú tienes. Es una cuestión de envidia.

-¿A quién estoy decepcionando? – las lágrimas me vencerían de un momento a otro.

-A nadie, cariño, no estás decepcionando a nadie. Si todos estamos orgullosos de ti.

Me eché a llorar. De nervios, de pena, de no saber si el rumbo de mi vida era el correcto. Me quité el pelo de la cara. Mi abuela me secó las lágrimas con ternura y me abrazó.

-Hace unos días estaba segura de que Javi era el definitivo pero parece que a nadie le gusta y vuelvo a dudar.

-Ni se te ocurra dudar, ¿Me oyes? No tienes que hacer caso a tus tíos. Tu padre lo acepta, tu hermano está encantado, y Raúl... Mira a Raúl... si no se despega de él. Con esto tendrías que tener suficiente. Sabes que tanto ayer como hoy hablé con Javi. No quieras saber cuánto te quiere. Y tú estás igual de enamorada y esas dudas que tienes son provocadas por las opiniones de la comida porque ayer me asegurabas que no cambiarías.

-¿Y si lo pierdo?

-Si en seis años y medio no se ha cansado de ti y ha esperado pacientemente a que tú también te dieras cuenta de lo que tenías tan cerca y no veías, y tú también esperaste, ahora que lo tienes, no lo perderás. La relación que observé, es tan mágica que destrozarla será complicado, ya te lo dije. A Javi no lo perderás. Que os peleareis, os tirareis platos a la cabeza, quizá os separéis y tendréis una crisis, pero al fin y al cabo, recuperareis la felicidad porque separados no sois igual de fuertes que juntos. Sabes que con David siempre te dije que todo sería felicidad pero cuando comenzasteis a tambalearos, vi que había algo que fallaba y te lo dije, me hiciste caso. Os desgastasteis. Con Javi, si lo sabes racionar, no te cansarás.

-Fue el aborto lo que nos marcó con David.

-Ya, pero quizá si ese aborto no se hubiese producido, tampoco estaríais juntos. Quédate con lo bueno de cada chico con el que has estado y ahora que tienes la gloria a tu lado, disfrútala y haz que dure. No te dejes influenciar por gente como tus tíos o Gonzalo que no desean mucho bien nunca. Tienes que ver lo positivo. Eres feliz, ¿Verdad? – asentí – pues ya está. Lo que diga la gente no tiene importancia. Si estás contenta con lo que actualmente te sucede, deja de comerte la cabeza, sal ahí y demuéstrale al mundo que estás con alguien que vale la pena aunque a la prensa no le quieras decir quién es. Olvida el qué dirán, siempre te lo repito. Deja ya la opinión de los demás. Y si vienen a molestarte, haz oídos sordos.

Tu amor, a un acorde de guitarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora