Parte 51

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Pinto. A las siete, Laura llegó con Salva y Raúl. Estaba pálida. Jesús, Dani y yo éramos los únicos que estábamos ahí. Su hermano nos pidió que le dijéramos cuantas personas vendrían al backstage. Por mi parte sólo estaría Charo porque mi madre estaba con su novio de escapada romántica en Córdoba. Laura me escuchó y me miró.

-No sabía que hubieses vuelto con ella... - me comentó.

-Ya, hace poquito.

El resto de la banda llegó y comenzamos la prueba de sonido. Laura estaba enferma o le pasaba algo grave porque se mareó y tuvo que sentarse en un taburete a media canción de las más rockeras. En el momento de tirarnos al suelo, acordamos en que no lo haríamos porque ella llevaría vestido y se encontraba indispuesta físicamente.

Como ya conocía a Charo, no tuve que presentarlas. Estuvieron charlando unos minutos, cordialmente, hasta que Laura se marchó a buscar a Carlos a la entrada.

-¿Quieres decir que está bien? – me preguntó desconfiada mi chica.

-Yo creo que no pero bueno, ella sabrá.

-Tú déjame a mí que ya sabré yo la causa. ¿No teníais que ir a hacer no sé qué con Álvaro?

-Carlos acaba de llegar, déjale unos minutitos.

También llegó la madre de Andy con el bebé. Yaiza no estaba. El pequeño Enzo descansaba en los brazos de su abuela. Laura cogió un vaso de agua de la mesa donde yo estaba comiendo una aceituna.

-¿Soy yo o ese niño no es de Andy ni tuyo? – me preguntó.

-¿Por qué?

-Por favor, si parece de un negro – me hablaba como si yo lo supiera – Yaiza y Andy son morenitos pero ese niño no me resulta a mí muy del país...

-Ahora que lo dices... quizá sí.

Laura desapareció de mi vista y se fue al baño a paso ligero y con Maika como guardaespaldas. Álvaro y yo nos miramos y fuimos al ataque. Charo tampoco estaba por ahí, así que tuve vía libre. Saludamos a Carlos con aparente normalidad hasta que Álvaro sacó el primer plato sucio.

-¿Qué pretendes con Laura? – le preguntó desafiante.

-Nada, la quiero y me gusta estar con ella.

-Sí... estar con ella... por eso le fuiste infiel, ¿no?

-¿Yo, infiel? Eso no es verdad.

-No mientas que sabemos que fue con una doctora alemana en julio y no digas que no estabas con Laura porque sí estabais juntos – Carlos estaba confundido.

-¿En julio?

-Sí y quince días después fuiste a verla a Sant Feliu – intervine – o eso es lo que me contó Núria.

-Anda si tú también conoces a la niña... - me estaba cabreando – Fue un desliz y no tiene porqué saberlo. No se lo digáis.

-No se lo diremos si prometes serle fiel, no presionarla con la boda ni con los hijos y ser todo un caballero con ella – puso condiciones Álvaro – Porque nosotros queremos muchísimo a Laura y no se merece lo que le has hecho. Que no nos enteremos que le pones los cuernos porque luego sí se lo diremos.

-No os creerá.

-A mí puede que no – dije – Pero a él, sí.

-¿Por qué a ti no? – me preguntó Álvaro. Le gesticulé que después se lo contaría. Simplemente porque Lau parecía más distante conmigo que con él desde que había llegado.

Tu amor, a un acorde de guitarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora