"¡Joder! Otro día asusta más"
El bote que pegué al oírle la voz fue épico. Me levanté y la miré. Brazos cruzados, bolso en el brazo, gafas, expresión seria, un ángel blanco hasta la cintura y negro de cintura para arriba. Como me puso...
-¿Qué quieres? – le pregunté.
-¿A ti qué te parece? – me contestó entrando y dejando el bolso en una silla – Tu madre ya me ha pasado el parte. Que sepas que está muy decepcionada.
-Y te ha mandado para que me convenzas.
-Cuando te tranquilices, hablamos. Te espero en casa, voy a buscar cena.
Se marchó con un suave movimiento de melena. La tensión estaba presente y yo la había provocado. Llegué a casa a la vez que ella. Nos encontramos en el rellano.
-Ten, haz algo útil – me pasó una bolsa con una tortilla de patatas prefabricada - ¿Bien, no, sin enviarme ningún mensaje durante la tarde? – subíamos por las escaleras. Ella iba delante de mí y giraba la cabeza para hablarme, escarmentarme, mejor dicho.
-Te caerás mirando hacia atrás. Y tenía trabajo, como tú, así que no te quejes que tú tampoco has dicho nada, bonita.
-Dios, como estás – suspiró.
La vieja vecina nos pilló discutiendo. Nos miró incrédulos.
-Creo que es la primera vez que os veo así.
-Señora, métase en sus problemas – le respondió Laura – Y tú, ¿Piensas contarme porque te has puesto de esa manera con tu madre? – entramos en casa y descargamos.
-Que tampoco es para tanto. No quiero ver a mi padre y ya.
-Haz lo que quieras.
-Lo iba a hacer igualmente – con una chulería impropia, dije esa frase.
-Baja los humos y ayúdame a poner la mesa.
Obedecí. Nos sentamos a cenar en silencio. La miraba y ella me evitaba. Sólo le veía la cara brillante de maquillaje y purpurina. Me quedé empanado observándola.
-Quita esa cara – me encasquetó de mala manera – Por última vez, ¿Qué harás? Aparte de disculparte con tu madre, espero, porque vaya regalo de cumpleaños que le has dado. Y a mí también me has dado la mañana, ¿eh?
-Ay, si ella también me iba diciendo cosas.
-Se lo ponías a huevo.
-Vale, sí, ¿Por qué te has cabreado tanto?
-No sé, aparte de porque he tenido un día de mierda y sólo me faltaba esto, porque alguien de buena mañana ya la estaba liando. Yo no te obligaré a nada pero si hicieras caso a tu madre, hasta irías mejor.
-¿Por qué has tenido un día de mierda?
-¿Por qué no te centras en lo que estábamos hablando y luego ya preguntarás? Porque aquí vas evitando contestar y conmigo no lo tendrás tan fácil.
"Eres dura de pelar. Muy dura de pelar pero cuando esto acabe tendrás unas ganas de echar un quiqui que estarás fina, fina. Mierda, que tienes que trabajar. Pues a la una, cuando regreses"
Quizá Laura tenía razón. Si no hacía caso a mi madre sería más difícil desembarazarme de mi padre y no me hubiese molestado que hubiese regresado a Cuba sin noticias mías. Es que no pensaba decirle nada ni si un día se convertía en abuelo. Pero mi viejo es difícil de complacer.
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Tu amor, a un acorde de guitarra
RomanceNos conocimos en 2007, un día común de julio... Mi nombre es Javi Álvarez. En 2007 me dieron el mejor trabajo del mundo, ser guitarrista de una cantante conocida mundialmente: Laura Montes. Me enamoré de ella perdidamente pero parecía que solo era...