Parte 151

87 2 0
                                    

El día 8, antes del amigo invisible donde fui verdaderamente inocente, quedé con mi hermano en su despacho, por la mañana. Él ya sabía de quien ir a favor, iría a favor mío después de las opiniones de nuestro padre.

-No tienes que hacer caso a papá. ¿Sabes quién creo que le ha llenado la cabeza? Ángela. Ángela es muy religiosa y cree que mostrar en público el amor, no es lo mejor del mundo.

-Pues no están casados – repliqué.

-Ya – silencio – Si eres feliz, te tienen que importar muy poco las opiniones de la gente: sea papá, sea yo o sea Carmen. Da igual. Tú tienes lo que tanto has deseado, estás con Javi, que te cuida y te mima como si no hubiera un mañana. Absolutamente nadie te había cuidado tanto y se había sentido tan orgulloso de ti.

-¿Y si lo pierdo? – la voz se me entrecortó.

-¿Perderlo? Tú estás loca – se alteró – A Javi no lo perderás por una mierda de opinión. Si lo pierdes será por otros motivos pero no por esto. Si papá no acepta que seas feliz, tú no le hagas caso. Si estás bien con la relación que tienes, que estás perfectamente porque tienes lo que quieres y si os peleáis es porque sois cabezotas y discrepáis, no por nada más, ya no tienes que preocuparte.

-Pero tete, con tantas cosas que están ocurriendo, se va a cansar.

-Eres tonta. O sea, estás tan enamorada que a la mínima ves un peligro donde no hay. Laura, deja de montarte tantas películas y disfruta de lo que tienes que ya querían muchas tenerlo y especialmente las de tu gremio, que a la semana ya son descubiertas.

-Porque es lo que quieren.

-Tu tocaya, ya sabes a quien me refiero, de momento parece que esconde lo que tiene.

-No tiene nada con el músico. Sólo sexo. Y ahora no estamos hablando de ellos, sino de tu cuñado y tu hermana.

-A ver, ya para acabar con tanta tontería. ¿Tú amas a Javi? – asentí segura – Pues cuando vuelvas a dudar, recuerda que estás teniendo una relación envidiable y llena de buenos momentos que otra gente no puede gozar. Ya está, la abuela te lo dijo, si eres feliz, los comentarios de la sociedad son lo de menos. Que te pillan, pues mala suerte, tendrás que seguir con prensa pero disimulando, y a tomar viento todo, Laura.

Con esas palabras salí de ahí alentándome de que nada podría hacerme tambalear con respecto a Javi. Él era mi pareja, el amor de mi vida, y ya podía bajar dios a decirme lo contrario que yo no le haría caso.

****

El viernes estuvimos en Canarias, Gran Canaria para ser exactos, siendo el primero de tres lugares que visitamos aquel fin de semana. Pasear por la playa después de comer, fue nuestro plan. Íbamos con Álvaro, Maika, Mateo y Jimena. Tres parejas que nos demostrábamos el amor de diferentes formas. Los únicos casados, se instalaron en la arena, cara el mar, a descansar. Los yogurines, bautizando así a Mateo y Jimena, caminaban de la mano, y nosotros, sentados en unas rocas, nos besábamos con fervor. El concierto fue en un teatro. Un acústico profesional y cómplice que culminamos nosotros solos en la habitación con una de esas noches que se quedan grabadas durante un tiempo indefinido.

El sábado, tuvimos un problema de camino a Lanzarote. El vuelo se canceló y tuvimos que cambiar el plan de avión por el de barco. Y con lo que a Laura le gustan los viajes marítimos.

-Me cago en la puta – sus primeras palabras al sentarse en las sillas de la cubierta.

En el bolso llevaba Biodraminas y se tomó una. A medida que el barco avanzaba, su cara iba tomando un color blanco, pálido y se iba tragando saliva, con miedo a potar. Estaba callada y respiraba profundamente. Álvaro la intentaba acojonar pero Laura sudaba de él por completo. Yo, sentado al lado de mi chica, le intentaba transmitir confianza de alguna forma: con un beso, dándole la mano o simplemente acariciándole el brazo. Cuando llegamos a Lanzarote, creí que se desmayaría. Se fue al baño del puerto con Maika y Jimena.

Tu amor, a un acorde de guitarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora