Laura y yo teníamos 45 minutos antes de ir a un acto promocional.
-¿Pensabas decirme que la madre de Raúl era amiga de tu ex? – me preguntó sin pelos en la lengua al cabo de unos minutos de silencio.
-No lo sabía. Sabía que tenía una amiga que se llamaba Vanesa pero nunca pensé que fuera la madre de Raúl. La vi por primera vez en persona el miércoles y me sonó mucho su cara pero no caí en que fuera ella. Charo nunca me mencionó todo lo que hacían.
-¿Seguro?
-¿Crees qué te mentiría? Si lo hubiese sabido, ya te lo hubiese dicho hace tiempo.
-Contando que has estado seis años para declararte...
-Mira quien fue a hablar.
Nos levantamos y ambos apoyamos las manos en la mesa, desafiantes. Mirándonos a los ojos.
"O baja la mirada o me la 'fo' aquí como hace dos días"
"O baja la mirada o lo beso ya"
Laura se puso de puntillas y estiró un brazo para alcanzarme la cara. Colocó una rodilla en la mesa para llegar perfectamente a mi boca. Di la vuelta hasta ponerme enfrente de ella, que ya había adoptado la mesa como soporte. La abracé y la besé. Primero con ternura, después con pasión. Lau estaba de cara a la ventana. Los cristales son de esos opacos que desde dentro se ve el exterior pero al revés, no así que los del edificio contiguo no nos verían. Alcanzamos a la par la locura y de forma más rápida que el miércoles. Laura iba más excitada de lo normal y es que la pelea con Vanesa le había subido la libido.
Salva estuvo a punto de pillarnos con las manos en la masa pero por suerte ya habíamos acabado y estábamos mirando el ordenador. Ella sentada y yo de pie detrás y dándole un masaje en los hombros y cervicales.
-¿Has recibido visita antes, no? – le preguntó él.
-Sí, ¿Cómo lo sabes?
-Porque yo también la he recibido. Laura, eres grande – la felicitó. Se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla – No me falles el martes.
-¿Me das permiso para revelarme contra Charo?
-Eso ya no me lo tienes que pedir. Pide cita a través de la agenda de Raúl. ¿Te lo quedas a comer, eh? – Lau asintió y él se marchó.
Mi chica se fue relajando a medida que la mañana avanzaba. En una entrevista le preguntaron si cantaba mejor cabreada o tranquila.
-Depende de con quien me cabree y de la magnitud de mi enfado. Si me cabreo fuerte pues desato la rabia cantando, si es flojillo, bueno, no tanto. Y si estoy tranquila, lo intento hacer lo mejor que se pueda, como siempre.
Fuimos juntos a buscar a Raúl. Laura rezaba en que llevara el diario escolar. Estuvo de suerte. Raúl venía con una libreta y la agenda. Iba con el chándal del colegio.
-¿Y la chaqueta? – le preguntó Lau después de que le diera un beso.
-En clase. No hace frío.
-¿Qué llevas? – dije yo.
-La libreta de castellano para repasar. Tengo examen esta tarde.
-¿Quién es la profe? – le susurré a mi chica. Por la mirada que puso, lo adiviné: Charo.
Almorzamos en un restaurante cercano. Raúl se sentó a mi lado y me habló de que había sacado un diez de una prueba de atletismo de educación física. Tiene a quien parecerse. Laura fue una gran atleta en su infancia. Mi chica, mientras esperábamos a que nos trajeran la comida, se dedicó a escribir una nota en la agenda de su sobrino pidiendo cita para Charo a la hora que ella tenía atención para los padres. Justo mi ex y dos compañeras entraron por la puerta. Laura estaba de espaldas. Le di una patadita en la espinilla y se giró con disimulo.
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Tu amor, a un acorde de guitarra
RomanceNos conocimos en 2007, un día común de julio... Mi nombre es Javi Álvarez. En 2007 me dieron el mejor trabajo del mundo, ser guitarrista de una cantante conocida mundialmente: Laura Montes. Me enamoré de ella perdidamente pero parecía que solo era...