Parte 174

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-Me encanta, el jefe ordena puntualidad y él no se presenta - Laura estaba cogiendo una rabia Andy...

-Y no se presentará. La que manda aquí soy yo. Ponte para allá que os quiero ver la cara a todos - me mandó. Obedecí y me senté al lado de Álvaro - Mi hermano está en el hospital, ingresado, con un brazo inmovilizado por una puñalada en la clavícula.

-Osita - reaccionaron Dani y Mateo.

Andy iba a hablar pero la fulminante mirada de mi amor lo hizo mantenerse en silencio.

-Calla, por tu bien. Vale, ya sabéis lo que ha ocurrido. El por qué: drogas. Él pasaba droga a gente del gremio y a dos miembros que se encuentran ahora mismo aquí. Dos personas que hoy abandonaran su puesto de trabajo.

-Sin Salva no nos puedes echar - Andy nos estaba mareando a todos.

-Tío, calla un rato y baja los humos - le espetó Mario.

-Os puedo echar porque sin mi hermano soy la jefa de todo esto y como directora musical...

-Subdirectora - la corrigió él.

-Que te calles - le chillaron Mario, Álvaro y Dani - Y déjala acabar.

-Pues como subdirectora y como directora de la discográfica durante la baja de mi hermano, y subdirectora cuando está, tengo la potestad de echaros. Ahora, de aquí no se irá nadie hasta que las dos personas que consumen y trafican confiesen.

-No tienes huevos de cachearnos uno a uno - Andy no callaba. Laura defendía su posición a la perfección y no se tambaleaba en ningún momento.

-Sí pero como ya sé quiénes sois, no lo haré.

-Si es que lo sabía - saltó Mario - Tú tomas drogas. Ya hace mucho que te lo noto.

"Y eso que Laura sólo ha insinuado"

-Venga, ahora niégalo - desafió Laura - No puedes. Yo no aposté por ti. Tuve un rayo de esperanza en que como eras padre, no consumías pero me convencieron y he acabado pensando que sí.

Abrió la carpeta y sacó el contrato.

-Mateo, ¿Puedes pasarme el boli de la encimera, por favor? - Mateo se lo iba a dar en mano - Tíralo al aire - Lau lo pilló - Gracias.

Firmó donde correspondía, firmé yo como director musical y se lo pasó a Andy.

-Uno menos. ¿Queréis que confiese el otro o piensas entregarte? - miró a todos por encima - La segunda persona, yo aposté por ella al inicio pero a lo largo de los días tuve la esperanza de que no lo era pero si no era él, me quedaba sin sospechosos. Andy estaba claro que tú eras uno de ellos.

-Eres un poco cabrona, ¿no crees? - estaba por responder yo esa vez pero Laura me lanzó una mirada conforme callara.

-¿Un poco, sólo? Puedo llegar a serlo mucho más. De cabrona, mala persona, bruja, no me gana nadie. Y tú lo sabes más que ningún otro.

-No lo decías hace dos años... bueno, dos y medio. ¿O te lo recuerdo?

-Sabes que nunca me has gustado y yo tenía muchas ganas de echarte. Dios, no sabes lo a gusto que me he quedado. ¿El otro piensa salir a la luz o qué?

Todos nos miramos entre nosotros. Las miradas se fueron hacia Jesús que estaba rojo y sudaba. Laura, sin necesidad de él confesar, le alcanzó el bolígrafo y el contrato.

-¿Me equivoco? - le preguntó.

Él negó con la cabeza firmando y devolviéndoselo. El resto alucinaba. Se oían susurros de Mario y Álvaro diciendo que se lo imaginaban y que vaya decepción se habían llevado.

Tu amor, a un acorde de guitarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora