Fuimos paseando tranquilamente. Hablando. Riendo. Lentamente nos acercábamos al piso. Ella estaba alojada en un hotel de Sant Pol porque había venido sola y conduciendo desde Madrid. Tenían cuatro días de vacaciones. El domingo tenía que estar en Molina de Segura de concierto. Me preguntó por Pau y David.
-¿Tú no has oído nunca a decir que cuando si te enamoras de una segunda persona es que no estás bien con la primera? – le cuestioné antes de responder a la primera pregunta.
-Sí, me lo han dicho pero hay veces que no es cierto. ¿Por qué? – mi mirada lo decía todo - ¿Te estás enamorando de David? – asentí temerosa - ¿Cómo?
-Pues de la misma forma que tú te has enamorado de Javi, enamorándome.
-¿Y con Pau, qué?
-Desde que terminamos el cole que casi no hemos hablado. No ha sido muy buen apoyo, la verdad. En cambio David sí. Nos pasamos tardes jugando a la Play y me ayuda a airearme. Antes de que tú llegases, estábamos en ello.
-¿Se lo has dicho a Shaila?
-Insinuado. David es como parte de la familia, ¿Sabes? Y no es plan de contárselo a la ligera. Tengo que encontrar el momento. Se lo digo todo, menos en temas de amor, que no profundizo.
Me sonó el móvil. Hablando de Shaila, ahí llamaba. Quería que fuera un momento al supermercado a buscar postres. Justo enfrente de casa tenemos uno y fuimos allí. Laura no se ubicaba.
-Claro, postres, pero hay muchas cosas para el postre – comenté – Hoy te quedas a cenar, ¿Lo sabías, no?
-No pero ahora sí.
-Shaila hoy no tiene tiempo de hacer pastel. Está en Sabadell.
-¿Pero viene, no?
-Sí, sí, ya está de vuelta. Mi padre llegará de un momento a otro también.
Escogimos un pastel de nata congelado. Le enseñé el piso. Lo encontró muy bonito y luminoso.
-Y tengo balcón en la habitación – exageré. En casa de la Carbonell no tenía ni ventana. Sólo una rejilla de ventilación.
Sonó su teléfono. Era Javi. Se puso colorada y saludó con alegría.
-Yo llegaré por el mediodía – decía ella – El concierto es a medianoche, ¿verdad? – Javi le contestó alguna cosa que no supe – Bueno, ya aguantaré – él volvió a hablar y ella soltó una carcajada – Cuatro y un Actimel
"Vaya conversación..."
-Venga, un beso – colgó y suspiró.
Nos sentamos en el sofá y me explicó que Javi le preguntaba solamente por si había llegado ya y cuando regresaría. Que se preocupaba por si no tenía suficiente energía para cantar debido a tantos kilómetros que haría y que le recomendaba en broma que se tomara un Red Bull. Laura me preguntó acerca de lo que me gustaría ser de mayor.
-Me encanta la psicología. Hay veces que acompaño a Shaila al trabajo y si los pacientes preguntan quién soy, dice que soy su ayudante.
-Yo lo veo. Pero tendrás que hacer ciencias...
-Este año me han ido muy bien.
Había tenido unas notas tan altas que ni yo me las creía. Sólo fue como refugio de la muerte de mi madre. Me encerraba en los estudios y empollaba como una loca para vomitarlo todo en el examen y obtener el diez o un nueve y pico.
-Para tercero nos hacen escoger una asignatura optativa.
-¿Y tú qué has escogido?
-Periodismo – le interesó – Porque había astronomía, cultura clásica y una que no me acuerdo. De segunda opción he puesto astronomía por si no entro en periodismo. Bueno, lo puso Shaila porque yo sabía que poner.
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Tu amor, a un acorde de guitarra
RomanceNos conocimos en 2007, un día común de julio... Mi nombre es Javi Álvarez. En 2007 me dieron el mejor trabajo del mundo, ser guitarrista de una cantante conocida mundialmente: Laura Montes. Me enamoré de ella perdidamente pero parecía que solo era...