Viernes. Me desvelé al son de la alarma. Laura continuaba durmiendo. Las sábanas la tapaban hasta la barbilla. Le di un beso en la mejilla y me levanté. Fui a la habitación de Raúl a despertarlo. No me resultó muy complicado.
-¿Y la tita? – preguntó.
-Todavía duerme. No hagas mucho ruido.
Preparé el desayuno. Laura apareció en la cocina mientras Raúl y yo comíamos. Removió el pelo a su sobrino y me dio un pico sentándose a mi lado.
-¿Estás mejor? – le pregunté. Asintió bostezando.
Nos vestimos y llevamos a Raúl al colegio. Su tutor lo saludó chocándole los cinco y con un educado 'buenos días' a Laura que supo contestar sin babear. Nos quedamos en el patio con los otros padres. Se fue a dar toques al balón enseguida. Charo pasó por delante de nosotros sin saludar. Nos fulminó pero no abrió la boca. Fuimos a la discográfica. Nos teníamos que encontrar con toda la banda para ir a Granollers, donde actuábamos en el teatro. Escalonadamente entramos en la cocina. Uno desayunaba, otro miraba el periódico y se quejaba de las desgracias del mundo, otro enviaba WhatsApps por el móvil a alguien importante, Laura hablaba con Dani sobre posibles candidatas... un cuadro que se completó con la entrada triunfal de Álvaro cantando un villancico al que se unieron Mario, Mateo y Jesús.
-Tengo una propuesta – dijo - ¿Por qué no hacemos el amigo invisible entre nosotros?
Hacía seis años que no lo hacíamos. Él ese año no estaba. Era mi primer año y me tocó hacérselo a Laura. Le compré colonia porque pregunté que se regalaban habitualmente y dijeron que para una chica, perfume ya estaba bien. Salva, Jimena y Maika también participaron. Escribimos nuestros nombres en un papel y lo colocamos en un tupper para mezclarlos. Laura y yo cogimos a la vez. Abrí el mío sin que me viera. La primera letra que vi fue una ele. Ya íbamos mal. Desdoblé por completo el papelito y no me equivoqué. Me tocaba hacerle el regalo a mi chica. Cuando vio el suyo no hizo ninguna mueca de desagrado. Señal que era alguien de los más cercanos. De camino a la furgo, le pregunté quien le tocó.
-Jimena – me lo dijo con mucha tranquilidad - ¿A ti?
-Álvaro – fui rápido en mentir y no preguntó más.
Salva, Jimena y Maika no vinieron a Granollers. Laura y yo íbamos sentados detrás de todo, de lado. Las miradas del equipo fueron constantes.
-Dais envidia – dijo Dani - ¿Soy el único soltero?
-No, yo también lo estoy – contestó Jesús - ¿Andy?
-¿Qué? – saltó el aludido apartando la vista del teléfono. Iba de copiloto.
-Este tiene novia – me susurró Laura.
-¿Estás soltero?
-No, ya no.
Álvaro, Mario y Dani lo apedrearon a preguntas sobre quien era la afortunada. No le sacaron mucha información. Sólo la nacionalidad: española.
-¿De Canarias? – dijo Jesús.
-No, no. Es de Leganés. Y aquí me callo.
Laura tenía la cabeza apoyada en mi hombro. La conversación derivó hacia la cultura general y las preguntas que había contestado Lau el día anterior.
-Anda que no saberte la capital de Canadá – se mofó Álvaro.
-¿Acaso te la sabes tú, listillo? – contestó Laura tirándole un cojín a la cabeza.
-Sí, es Vancouver.
-Sí, y yo nací ahí – Álvaro se colocó el cojín detrás de la nuca – Devuélveme el cojín – protestó.
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Tu amor, a un acorde de guitarra
RomanceNos conocimos en 2007, un día común de julio... Mi nombre es Javi Álvarez. En 2007 me dieron el mejor trabajo del mundo, ser guitarrista de una cantante conocida mundialmente: Laura Montes. Me enamoré de ella perdidamente pero parecía que solo era...