Parte 189

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-Shaila está embarazada.

Javi se rió y Laura abrió la boca negando con la cabeza.

-¿Cómo se llama esta vez? – ironizó ella.

-Que va en serio, Laura, que te lo juro.

-¿Tú lo sabías? – le preguntó a su chico. Él negó con la cabeza – Así ya me lo creo más. ¿De cuándo está?

-Casi tres meses. Yo tengo la corazonada de que será niña. Vosotros si os lo dice, no sabéis nada.

La banda apareció y realizaron una prueba de sonido en la que no faltaron las bromas ni los fallos. Desprendían muy buen rollo. Todos llevaban a sus parejas. Me enteré de que Álvaro sería padre en quince días más o menos. Se metieron con Laura de forma sobrehumana, la llamaban Victoria Catalina (después conocí la historia), Monti (apodo de adolescencia), a Javi le llamaban Max, les preguntaban cómo llevaban la vida de casados sin estarlo...

Cenamos todos en un improvisado banquete de la organización. Mi padre y Shaila se acoplaron a la fiesta. Había bocadillos, croquetas, calamares a la romana, pizza, aceitunas, patatas...

Nos sentamos en una de las filas de delante. Mis tíos, mi abuela y doña Araceli también vinieron. No quiero ni imaginar cómo descargaron tensiones esos dos.

-¿Soy yo o Laura está más llenita de cara que el año pasado? – preguntó mi abuela.

-Está recuperada – le contestó Shaila – Estaba muy delgada y ahora está mejor. Sigue delgada pero dentro de su línea.

-El amor... - meneé la cabeza de un lado a otro.

-Esta gente de ciudad está pirada – afirmó mi padre – Pobre Laura, ha pillado de todos lados. Anda que Javi la defiende mucho también...

-Es Javi y ella acepta esas bromas. Si hubieses visto lo que yo he visto antes, lo entenderías.

-¿Y qué has visto? – preguntó mi tía.

-Venían con un cachondeo tremendo y de seriedad, poquita. Hoy es de los días en que están más chistosos.

-Ya, porque en abril estaban más serios.

-Iban solos y el registro era distinto.

La banda se colocó antes que ella, con las luces todavía apagadas. Javi, que ejercía de cabecilla del grupo, se acercó a Álvaro a darle unas indicaciones.

-¿Javi es ese, no? – me preguntó mi tía, que estaba a mi lado. Asentí.

En comparación al concierto de Alcorcón, por poner un ejemplo, Laura iba muy sencilla. Con unos tejanos ajustados negros y una blusa de tirantes anchos, azul eléctrico, con botones y anudada abajo. Llevaba el pelo ondulado, al natural e iba sin gafas ni lentillas. Se las había olvidado en el hotel ya que cuando la vi por la tarde, llevaba las gafas. Fue una actuación muy completa. Hubo temas del último disco y de los anteriores, complicidad con la banda, mi intervención, muchas miraditas con Javi y roce, al tirarse al suelo y en otros momentos.

-Mira como suda el melenas – me susurró mi tía en Mírame.

-Ya, ya. Y el de la batería, cuando he subido también estaba igual.

-Javi y Laura, no.

"Ellos llevan el calor por dentro, para soltarlo en privado"

Terminaron a las once menos cuarto. Javi fue muy estúpido. Al saludar, se colocó al lado de su chica, obviamente, pero abandonó la discreción y nos mostró claramente como bajaba la mano más allá de su espalda. La mirada de Lau fue crucial para que la volviera a subir. Levantaron a todo el público. Vinieron a nuestro encuentro. Unos nos quedamos en la feria, otros se marcharon. Me subí con Laura, Javi, Mateo y Jimena en los toros grandes.

Tu amor, a un acorde de guitarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora