Cambiamos los turnos y fui yo quien la acorraló para que quedara entre mi cuerpo y la pared. Laura rodeó mi cintura con sus piernas. Sin soltarse, la llevé a la cama. Nos desnudamos en cuestión de segundos.
-Hoy no llevas el perfume de siempre – dije besándole el cuello.
-Simple cambio sin importancia.
Nos metimos tan de lleno en disfrutar de nuestro amor y nuestra pasión que no oímos que Álvaro y Mateo dieron varios golpes a la puerta y pasaron un papel por debajo.
-Ni se te ocurra levantarte – me amenazó Lau.
-Tampoco pensaba hacerlo – la continué saboreando palmo a palmo. Cada vez que lo hacíamos descubría rincones de su cuerpo nuevos y es como si no se acabara nunca: lunares, pecas... cosas que la hacían más irresistible.
Laura y yo terminamos agotados habiendo entrado en el paraíso y volviendo a la tierra. Nos tapamos con las sábanas, cabeza incluida para hablar. Me explicó la conversación que había tenido con Joan. Le agradeció como había defendido la postura de Núria y de Shaila. Mis manos no consiguieron quedarse quietas.
-Siempre con ganas de más – dijo respondiendo a los roces de mis dedos con su cuerpo.
-Contigo es imposible cansarse.
Me dediqué a acariciarle los lunares de la espalda, dándole un suave masaje. De espaldas a mí, noté como suspiraba y cerraba los ojos relajándose.
-Nunca había conocido a nadie que diera tan buenos masajes – comentó.
-Los que das tú superan los míos – le di un beso en la mejilla - ¿No te intriga saber lo que han puesto en la nota?
-Sí, quizá sí – nos destapamos la cabeza. Laura recogió la ropa cogiendo las bragas – Te cojo la camiseta.
Se la puso con un suave movimiento, provocativa, sexy, sin perder el encanto, la inocencia y los toques aniñados que la envuelven.
-Querida parejita – leyó de vuelta a la cama y sentándose en mi lado. Me incorporé – Estamos orgullosos de vuestra tensión, vuestras miradas y vuestros calentones – Laura se contenía la risa – Nos gusta que no molestéis al resto. No se os oye.
-No pillo nada – la interrumpí.
-Déjalo, es letra de Álvaro. Debe ir con dos copas de más – volvió a centrarse en el papel – El creador de 'Montes y campos' ha decidido pasar el personaje de Max – me miró – O sea, el nombre que te han elegido, como protagonista después de cuatro meses de veros crecer como pareja. Caty (vamos a hacerlo corto), eres nuestra diva y queremos que el rumbo del culebrón gire en torno a esta relación. No la cagues porque el creador te asesinará ficticiamente (palabra de Mateo). No estoy loco. Disfrutad de la noche barcelonesa. Se os quiere. Ha dibujado un corazón.
-Está como una regadera.
-Yo se la devuelvo.
Cogió el bloc de la mesita y el bolígrafo que lo acompañaba.
"Querido Álvaro (y Mateo). Hoy te estás ganando tener pesadillas conmigo. Si ves que en sueños aparezco con un hacha, tranquilo, es sólo un sueño pero sé dónde vives. Quedas avisado. Me ha gustado lo de 'Montes y campos'. Ya era hora que renovarais el reparto. Habéis tardado, ¿eh? Y si algún día molestamos, tranquilo, te hemos aguantado muchas noches de pasión con Maika mientras nosotros estábamos intentando dormir. Yo de ti a partir de hoy comenzaría a mirar quien anda detrás de ti. A lo mejor soy yo... duerme... mientras puedas... besos sangrientos de Victoria Catalina (y Max)."
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Tu amor, a un acorde de guitarra
RomansaNos conocimos en 2007, un día común de julio... Mi nombre es Javi Álvarez. En 2007 me dieron el mejor trabajo del mundo, ser guitarrista de una cantante conocida mundialmente: Laura Montes. Me enamoré de ella perdidamente pero parecía que solo era...