Viernes. Tres horas de clase y comenzaba el especial navideño del Vedruna. Villancicos en el pabellón, el amigo invisible y tutoría. Me sorprendió mi amigo invisible. Fue Raúl. El cerebrito según Javi. Él me había dicho que se lo hacía a Dúnia y caí. Me regaló un pañuelo estampado muy bonito y un peluche pequeño. Me costó adivinar la pista. Fue muy extraña pero la letra me determinó de quien se trataba. Le di dos besos, como nos mandaba hacer Gloria.
Pasé la tarde en Girona, tenía dentista. Por suerte me cogieron puntual y a las siete aparecí en el teatro de Palamós para estar con Javi y Laura. Me los encontré sentados en los taburetes, charlando entre ellos. Ensayamos poquito. Haríamos dos canciones: Noche de paz y La petita rambla del Poble-Sec pero esa no la tocaría, sólo cantaría.
-¿Tú tienes mucho espíritu navideño? – me preguntó Javi.
-Cada año menos.
-Bienvenida al club – dijo Lau con sorna.
-Si no os gusta la Navidad, ¿Por qué cantáis villancicos?
-Porque el público manda y además, eso lo acepto. ¿Y tú, si no te gusta la Navidad, porque sales en los Pastorets?
-Porque mola. Ya es el tercer año y este año hablo más que los otros.
-¿De qué hacías los otros? – intervino Javi.
-De pastora y este año de ángel protagonista. Soy la que se enfrenta a Satanás – a Lau se le escapó la risa.
-¿Y cuántos años tiene Satanás en la realidad?
-No sé, es un señor mayor muy majo y simpático que me facilita la vida y me hace gracia. Encima canto.
El domingo me vendrían a ver. Aunque no fuera Navidad hacíamos una función previa. No tengo ni idea del por qué pero lo aceptamos. David también salía, de pastor.
Laura bajó a los camerinos. Javi y yo nos quedamos charlando. Conversar con él fue agradable. Pocas y acertadas palabras.
-¿Qué, cómo ha ido tu amigo invisible? ¿Quién te lo hacía?
Lo miré con una expresión rara en la cara.
-¿Tú a quién se lo haces?
-He preguntado yo primero pero si sube Laura me va a pillar. Se lo hago a ella.
-Oh, que romántico – me salió del alma – Imagínate quien me lo ha hecho a mí.
-¿Pau? – negué con la cabeza – El cerebrito – afirmó y asentí - ¿En serio?
-No, en broma.
Laura regresó y se sentó en el taburete que había en el otro extremo del escenario, acercándolo a nosotros.
-¿Qué pasa? – preguntó.
-Ay Laurita, que el amiguito le ha hecho el amigo invisible – Javi tenía ganas de cabrearme.
-¿Pau?
-No, el otro – le rectificó su novio – El cerebrito que yo le llamo.
-Ah vale. ¿Y qué te ha regalado? – preguntó con un afán de cotilleo enorme – Me gusta el pañuelo que llevas.
-Pues me lo ha regalado él y un peluche que tengo en casa.
-Tiene buen gusto el chico.
-Más que Pau – admití.
El tema de la conversación se desvió para los días de fiestas. Casi no trabajarían. Sólo el 26 en Menorca, el 27 Laura en una bromita a su programa de radio, el 28 en Madrid con un hecho especial y el 30 en la radio. Y Javi el 3 en una actuación con otra banda.
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Tu amor, a un acorde de guitarra
RomanceNos conocimos en 2007, un día común de julio... Mi nombre es Javi Álvarez. En 2007 me dieron el mejor trabajo del mundo, ser guitarrista de una cantante conocida mundialmente: Laura Montes. Me enamoré de ella perdidamente pero parecía que solo era...