Jueves 15 de agosto. Podía parecer un día normal, festivo, en el que actuamos en Lugo con Álvaro y Maika como única acompañante de las familias. Un hotel lujoso, comensales ricos de todo el mundo entre los que se encontraban la madre y el padrastro de Maika y la música como ambientación. Hasta ahí todo en orden, ¿Verdad? Pues no, el 15 de agosto de 2013 no fue un día como cualquier otro y ahora sabréis por qué.
La actuación se realizó en el almuerzo. Álvaro y yo tuvimos que ir arreglados y bien peinados. No valía ir con una camiseta cualquiera. Laura llevaba un precioso vestido corto en color morado. Se rizó las puntas del pelo. Compartimos habitación y cama, para no variar la tradición. La observé peinarse, es algo que me gusta, ver el proceso de preparación. Se quejó de que no le gustaba la longitud de su pelo.
-Si te queda muy bien, estás muy guapa - le dije. Le llegaba encima de los hombros y lo tenía liso. Me sonrió tímidamente.
Después de cantar y almorzar, Álvaro y Maika nos contaron que nos habían invitado al balneario / spa del hotel, a los cuatro.
-Pero hay un problema - dijo él - Todos son matrimonios o parejas. Tenéis que fingir ser pareja. No os costará demasiado. Se os dará bien - cachondeo y risa, mala combinación. Conocía sus verdaderas intenciones. Nos querían juntar.
Laura y Maika se fueron hacia los vestuarios de chicas donde les dieron bañadores. A nosotros también. Lau llevaba un bikini negro, simple y hasta me atrevería a decir, más pequeño que el de Denia, ya que la parte inferior le iba un poco justa. Estaba radiante. Resucitaba a un muerto con ese físico.
-La baba... - mi colega me dio un codazo.
Llegaron hacia nosotras con lentitud ya que Maika estaba haciendo una cola a su amiga.
-Lo dicho - me susurró Álvaro - Os dejamos solos. Iros por ahí. Nos vemos en media hora.
-¿Dónde vas?
-A cumplir una de mis fantasías - sonrió pícaro - Cumple tú la tuya. Arrímate, tío - me dio una palmada en el hombro - Que ella necesita amor.
La parejita nos dejó paseando por el recinto. Había bastante gente. No conocíamos a nadie excepto a la madre de Maika, Pilar.
-¿Y Maika y Álvaro? - nos preguntó con su acento andaluz.
-Ni idea - dije.
Sólo habían matrimonios, enamorados y con calentones varios. Laura me agarró del brazo. No sabíamos dónde ir y fuimos a una sauna. Había dos parejas de mediana edad. Nos sentamos en un rincón, en la parte superior del banco de madera, saludando secamente.
-Me siento observada - me susurró Lau y me reí.
-Y joven... - le contesté - Podíamos ser sus hijos - nos volvimos a reír con disimulo.
-Vosotros no sois pareja - nos acusó una mujer. Parecía sudamericana.
Laura y yo nos miramos y negamos con la cabeza.
-Pero se os ve muy enamorados - nos dijo - No os delataré.
A mi amor le subieron los colores lentamente y giró la vista hacia la pared. Si ya hacía calor, esa mujer le había provocado más e iba por el mismo camino en mí. Sonreímos. Me acerqué mucho más a Laura, sin dejar espacio entre ambos, casi. Lau no desaprovechó la ocasión y reposó su cabeza sobre mi hombro. Ese gesto me alarmó. ¿Qué intenciones tenía también ella? La abracé por la espalda. Estuvimos así unos minutitos. Salimos de la sauna a causa del calor. El del ambiente y el nuestro propio. Seguimos paseando hasta encontrarnos con la madre y el padrastro de Maika, un señor alemán llamado Arthur. Álvaro y Maika llegaron al mismo momento. Que caras de felicidad.
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Tu amor, a un acorde de guitarra
RomanceNos conocimos en 2007, un día común de julio... Mi nombre es Javi Álvarez. En 2007 me dieron el mejor trabajo del mundo, ser guitarrista de una cantante conocida mundialmente: Laura Montes. Me enamoré de ella perdidamente pero parecía que solo era...