Parte 71

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Mi madre me miró curiosa.

-Ah, vale – reaccionó con tranquilidad – Me alegro.

Me recordaba a lo que me había contado Laura. Su hermano no se preocupó por saber quién era el chico con el que salía y mi madre no se preocupó en saber la chica en cuestión.

-¿Ya está? – pregunté - ¿No preguntas quién es?

-Soy consciente de que no es Laura. Hasta ahí llego.

Me quedé callado y mi madre me observó atentamente, con incredulidad.

-Vale, ¿Quién es?

-Tiene 33 años, es auxiliar de enfermería aunque trabaja de otra profesión desde hace años, nació en Bolivia pero se considera de Menorca, la conoces y... - no sabía cómo seguir pero no hizo falta.

-Se llama Laura Montes – siguió ella - ¿Lo dices en serio?

-No, en broma – contesté sarcástico.

Mi madre estaba boquiabierta y le costó reaccionar. Me preguntó desde cuando estábamos juntos y le hice un breve resumen desde el 15 de agosto dejándome los detalles íntimos en la intimidad de Laura y yo.

La cena estuvo muy bien y estaba muy rica. Al regresar a Alcorcón, Sergio no estaba. Me había dejado una nota diciéndome que pasaría la noche en casa de Jenny. Me fui a la habitación. Por el ordenador, puse el programa de Laura. Ya comenzaba. Mientras tanto fui revisando e-mails y cotilleando por Internet.

-Primer día de la propuesta iniciada ayer y ya tenemos un montón de gente que nos ha traído comida. Hoy de menú tocan canelones de bacalao y huevos duros rellenos – anunció una presentadora.

-Que buena pinta – dijo Laura.

Ahí pusieron una canción. Cuando volvieron a conectar, Lau estaba comiendo y un chico, hablando.

-Dentro de un rato tendremos el vídeo en Facebook y Twitter. ¿Laura, qué te parecen los canelones que nos ha traído Almudena de Las Rozas?

-Buenísimos.

-¿Te acuerdas que tienes que cantar, no?

-Sí, sí pero déjame acabar de comer.

Laura cantó un trozo Como una ola con una música instrumental de fondo. En el vídeo que subieron a Internet, mi chica estaba sentada, con el papel de la letra en una mano y un plato vacío enfrente. La aplaudieron. Lo había hecho muy bien. Me reía escuchándola comentar.

-Consulta que nos llega desde el otro lado del charco, Buenos Aires y dice: Hola Laura. ¿Cómo puedo rendir al máximo durmiendo menos de las horas indicadas? – hubo un silencio corto - ¿Tú Laura, cuántas horas duermes?

-Las que puedo – respondió.

-¿Esta noche por ejemplo, cuántas has dormido?

-Espera que tengo que contar... cinco horas. Y como rendir... difícil... café, racionar las energías y comer equilibrado.

-¿Y sexo?

Ahí sí que me reí con ganas. Pobre Laura, la metían en una encrucijada.

-Eso siempre ayuda – contestó entre risas.

-Uy, Laurita, que te metes en terrenos pantanosos...

-¿Qué? Sólo he contestado a la pregunta de esta chica. Un beso a Argentina que hace años que no voy y los quiero mucho.

-Es que si pensáis bien... - intervino otra chica – Dices que has dormido cinco horas y son más de las once de la noche y parece que tengas las energías al cien por cien. ¿A qué hora te has levantado?

Tu amor, a un acorde de guitarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora