Parte 84

101 2 0
                                    

Núria

Estaba en Telecinco y no me lo podía ni creer. ¿Qué hacía yo allí? Pues sorprender a la gran Laura Montes. Me habían enviado un tuit desde la discográfica de Laura y al ver que Shaila tenía que viajar a Madrid por trabajo porque tenía un congreso de psicología, me dejaron ir. Fuimos las dos solas porque mi padre tenía que trabajar el lunes en Palamós y sólo permitían un acompañante del congreso de Shaila. Casi podíamos decir que veníamos directas de Menorca. Habíamos pasado solamente tres días en Sant Feliu antes de ir a Madrid. Cuando me enteré de lo de Qué tiempo tan feliz, esos tres días en casa, decidí recurrir a Javi Álvarez. Él me dio las pautas y las horas de emisión porque él también sería una de las personas entrevistadas. Me dijo que sobretodo no hablara con Laura de eso, que ella no lo tenía porqué saber. Justo me escribía eso, cuando por WhatsApp, Lau me preguntaba por las vacaciones en su isla. Había visto una foto en Twitter que me había hecho saltar las alarmas. Esas caras sonrientes de camino a Pontevedra me dejaron atónita e intuí que había algo más que amistad entre ellos. Al preguntárselo a Laura, dijo que sí, que estaban saliendo desde medianos de mes. Pensaba que me tomaba el pelo y no la creí completamente porque el hecho de que fueran pareja me resultó muy extraño después de más de un año de enamoramiento en secreto.

Llegué a Telecinco con Shaila. Ella encontró distracción enseguida. A mí me costó más. Tuve que pasar por maquillaje cuando Laura no estuvo ahí. Javi estaba sentado delante de unas pantallas. Me senté con él. Cuando me explicó que sí estaba saliendo con Lau, mi interior dio un bote enorme. 'Por fin – pensé - ya era hora de que estuvieran juntos'. Me alegré muchísimo, se lo merecían (y merecen). Javi me transmitió mucha confianza desde el primer momento. Al conocerlo el año anterior ya me pareció mucha mejor persona que Carlos Trujillo.

Cantar en aquel escenario que tantas veces había visto por la tele me produjo mucho respeto porque no había cantado en directo nunca. La cara de Laura mientras me miraba me dio un poquito de tranquilidad. Canté Vuélvete la luna porque es una canción que siempre me ha gustado. Me costó horas y práctica enfrentarme a la realidad. Eso no era TV Costa Brava, era Telecinco, una cadena estatal con share alto y yo había hecho un salto vertiginoso. Las preguntas que me hicieron con Laura me parecieron inteligentes pero me daba miedo responder y no estar a su altura, que ya sé que no le llego ni a los pies y no lo estuve. A Laura, estar con Javi, le sienta de puta madre y ahí, sentada a mi lado, con las piernas cruzadas para no mostrar intimidades, la vi centrada y muy pero que muy feliz.

Cuando salió Javi, a Lau se le iluminó el rostro de una forma sobrehumana. El abrazo fue tan cálido que hasta el calor me llegó a mí. Javi es muy guapo. Desde el primer día en que lo vi, lo bauticé como 'El Andrés Velencoso de Alcorcón'. Al decírselo a Laura, ella adoptó ese nombre para describirlo porque vio que tenía razón. Se parecen y ambos están buenísimos. Además, su estilo es muy fashion. Iba con pantalones negros tejanos y con una camisa tejana arremangada por fuera. Llevaba deportivas y un rollo cañero con mucho flow. Arreglado pero informal, del estilo Laura Montes. Durante el trozo de entrevista que tuvieron, estuve callada pero disfrutaba viéndoles hablar. Saben comunicar y aunque Javi me pareció un hombre de pocas palabras, lo encontré muy desenvuelto delante de las cámaras pero un poco de nerviosismo también se le apreciaba. Y de pronto, publicidad. Yo esperaba un beso de amor pero me quedé con las ganas. Laura se sentó a mi lado. Javi se fue a saludar a su madre y a su tía y ella ocupó su sitio.

-¿Pero qué haces aquí? – me preguntó exagerando en catalán y volviéndome a abrazar.

-Sorprendiéndote. Está Shaila por ahí. Ya me han dicho con quién sales, ¿Eh?

-Eso te lo dije yo pero te lo tomaste en broma. Estoy muy feliz, en serio. Después de siete años sin disfrutar en el amor hasta el fondo, puedo decir que estoy enamorada – y su sonrisa lo reafirmaba.

Tu amor, a un acorde de guitarraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora