Lesche se rió y negó con la cabeza.
¿Realmente Seria Stern le cedió la cama para que él durmiera?
No entendió a Seria nuevamente, como solía ser el caso de Lesche. No importa cuán autoritario sea un hombre, su esposa merece tal consideración.Está renunciando a todo tipo de cosas. Ni siquiera tenía esa personalidad antes. La extraordinaria concesión de Seria se extendió repentinamente a Kalis Haneton y a la Santa. ¿Quizás porque concesión y abandono se sienten como palabras de la misma categoría? Perdió el apetito.
—Su Alteza.
Entonces, Ben, el mayordomo, que había estado de pie y escuchando en silencio, abrió la boca con cautela.
—¿Está seguro que la señorita es "esa" Seria Stern? Creo que es completamente diferente de lo que escuché de Linon hace unos años.
Linon tenía mucha fe en este mayordomo leal y honesto que decidió quedarse él mismo en la mansión verde. Entonces, a veces en los días que venía a la Mansión Laurel, contaba las noticias importantes de fuera hasta los escándalos sociales. Tales historias son muy raras en esta tranquila y agonizante mansión verde.
Lesche respondió con el ceño fruncido.
—Es la misma persona.
—Entonces, por lo que he oído ... ha cambiado mucho. ¿Le sucedió algo?
—No fue un incidente.
Lesche continuó, mientras miraba la sombra que se movía lentamente por la mansión.
—Se enamoró de este tipo.
(Acá el autor usa 웬, que puede usarse cuando no esperabas algo o cuando algo te sorprende.)
Así resultó.
Martha y Ben se miraron. No importa cuántas veces escucharon lo que Lesche estaba diciendo, estaba claro que no era su maestro, el Gran Duque de Berg.
Aunque era una cabeza más grande que los hombres adultos comunes a menudo, la gente de esta mansión que lo habían visto desde que era muy joven, veían a Lesche como un niño. Por ejemplo, como ahora.
—¿Cuándo llegarán los chamanes?
Ben respondió de inmediato.
—Se suponía que llegarían a medianoche, pero dijeron que su llegada se retrasaría debido a la fuerte nevada. No creo que lleguen hasta mañana a la mañana.
—Quizás Seria se despierte antes de esa hora.
—Trataré que no se encuentre con ellos tanto como pueda. No es un buen espectáculo para una dama que creció espléndidamente en la capital imperial.
—Si quiere verlo, déjalo que lo haga. No es tan débil.
Si algo no había cambiado era esto. Tenía una personalidad extrañamente fuerte.
Eso sí, en el pasado, era una persona venenosa que hacía llorar a todas las personas donde fuera y les arrojaba sus bebidas. Pero ahora había cambiado y salía a revisar ese duro y frío glaciar todos los días.
—Sí, su Alteza.
La leña ardió con un ruido sordo. Después de mirar su reloj, Lesche levantó un tapiz rojo que colgaba de la pared del pasillo del primer piso. Había un espacio escondido. La puerta estaba cerrada, como siempre.
Lesche empujó el anillo grabado con el patrón de Berg, que se había partido a la mitad, en su dedo con fuerza en el orificio de la puerta y lo empujó hasta el final.
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Las circunstancias de una legítima villana (Finalizada)
RomanceSeria, una paria social, ha cambiado. Seria Stern, la mujer malvada que hizo temblar de miedo a todos, ahora estaba tranquila. De hecho, no solo había cambiado, era una persona completamente diferente. En el momento en que se dio cuenta de que había...