Extra 01. La vida diaria de Berg
Me diagnosticaron que no podría levantarme de la cama por un tiempo, porque me lesioné el tobillo durante la subyugación.
"Es una suerte que haya muchos caballeros para llevarme".
El médico de Berg cambió cuidadosamente las vendas. También el Gran Templo mostró la sinceridad de enviar sacerdotes curadores de más alto rango.
Dos Sterns, las únicas dos en todo el continente, regresaron con los cuerpos destrozados. El Gran Templo debe estar como loco en este momento.
Pero no importaba lo ruidoso que fuera.
Porque sólo el dormitorio en el castillo de Berg, estaba silencioso.
A diferencia de todos los días en el puesto de avanzada, era agradable poder dormir cómodamente. Una cama acogedora y ropa de cama tan suave como las plumas, eran perfectas.
Las criadas llenaron la bañera con agua caliente, tiraron del pelo hacia atrás y lo peinaron con un peine fino. Hicieron una mezcla de aceite perfumado dulce y miel, y lo aplicaron sobre el cabello a fondo.
Había tres sirvientas más en el baño, que estaban ocupadas examinando mi piel expuesta fuera de la bañera. Extendieron sobre mi piel un exfoliante frío de una mezcla de trozos de cáscara de nuez y azúcar negra granulada.
El cuerpo estaba sumergido en agua tibia y la cara y los brazos estaban fuera, lo cual era perfecto. No podía meter un pie en la bañera, ya que estaba entablillado y vendado, pero aún así.
Sentí que valía la pena estar viva.
—Gran Duquesa. Las yemas de sus dedos están lastimadas.
—Debe haber sido por haber estado en contacto con la nieve.
—En verdad, pensé que el continente sería destruido.
—Incluso los que entraban y salían del castillo, con caras serias todos los días, parecían temer lo mismo.
Las criadas charlaron y cortaron hábilmente las uñas. También fue muy agradable disfrutar al máximo el lujoso baño.
El problema…
Comenzó desde la tarde del día siguiente.
Fui consciente del aliento de Lesche, porque me estaba mordiendo, ligeramente, el lóbulo de las orejas. En la cama blanda, Lesche me abrazaba por detrás, pero sus brazos me apretaban cada vez más. Pensé que estaba intentando hacerme estallar.
—Lesche.
Fue suficiente para hacer que mi pecho se sintiera un poco sofocado.
—Mi tobillo no está tan bien.
—Lo sé.
—Sí lo sabes, ¿por qué me tocas?
—Simplemente lo hice.
Asustada. Agarré la mano de Lesche que estaba frotando mi cuerpo.
—No toques.
Lesche retiró el poder de su mano. Pero por un tiempo. Luego puso sus labios en mi nuca y preguntó.
—¿Está bien lamer?
—¿Puedes hacerlo? No debo mover mi tobillo.
—Puedo evitar que te muevas.
Respondí sin rodeos.
—No puedo creerte. Siempre haces temblar todo mi cuerpo.
Lesche se rió y dijo.
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Las circunstancias de una legítima villana (Finalizada)
RomanceSeria, una paria social, ha cambiado. Seria Stern, la mujer malvada que hizo temblar de miedo a todos, ahora estaba tranquila. De hecho, no solo había cambiado, era una persona completamente diferente. En el momento en que se dio cuenta de que había...