—¡Es-esperen…!
Los sacerdotes de alto rango intervinieron apresuradamente ante la tensa atmósfera.
—¡Su Alteza! ¡Marqués Haneton! Primero, debemos ir a la sala de oración. ¿Qué tan difícil será para la Gran Duquesa si la ceremonia fuera interrumpida?
—Si, eso es correcto. Si la Gran Duquesa reza más para pedir prestada la insignia, es posible que tenga que quedarse en la sala de oración todo el día .... Entonces no tendría energía.
—Es algo con lo que incluso los sacerdotes lucharían.
—…….
Lesche Berg y Kalis Haneton se suavizaron un poco. Los sacerdotes de alto rango repitieron el consejo que habían escuchado antes de llegar.
—Si los dos intentan pelear, no. Si ven que salpica incluso una pequeña chispa, ¡incondicionalmente! Siempre usen de excusa a Stern. Stern estará triste, resentida, será difícil para ella ... Si hablan de ello, podrán controlar la atmósfera de alguna manera.
Fue el consejo de un sacerdote de alto rango que servía al Sumo Sacerdote Amos.
Fue un alivio que funcionará bien.
Entre estos ambientes sutiles y tensos, avanzó la procesión de sacerdotes. El camino era completamente diferente del pasillo que conducía al salón de banquetes, por lo que se volvió más silencioso mientras caminaban. La entrada y salida de este lugar estaba completamente protegida.
El sacerdote de alto rango abrió la boca para evocar la atmósfera.
—Creo que la Gran Duquesa está muy feliz. Al organizar un banquete tan grande.
—Ah. Fue organizado en nombre del Gran Duque. Sacerdotes de alto rango.
—¿Su Alteza? ¿Es así?
Continuó una voz amistosa. Los sacerdotes de alto rango creían que de alguna manera la atmósfera fluiría sin ser muy pesada. Creían...
—Marqués de Haneton. ¿Tiene algo que decir?
Al oír la fría voz de Lesche, su fe se derrumbó. Kalis, que lo estaba mirando, también respondió con frialdad.
—Me duele el corazón pensar que Stern debe haber sufrido mucho.
—¿Sufrido?
—Sabe que la preparación de un banquete es un gran problema, ¿verdad? Fue tan repentino.
Fue sincero. Como Seria no quería hablar con él durante mucho tiempo, no pudo decir nada cuando pensó que el Gran Duque de Berg se habría encargado de los complicados preparativos del banquete antes del gran evento de la entrega de la insignia.
—Si. Fue un gran problema.
Lesche dijo sin ocultar su expresión que no era el mismo.
—Preparé el banquete, así que lo sé bien.
—…….
—¿Por qué se preocupa tanto por el bienestar de mi esposa?
—¿Quién de las 17 familias no se preocupa por la seguridad de Stern?
—Ningún jefe de familia se preocupa lo suficiente como para ser tan engreído como usted.
—¿Acaba de decir engreído?
—Sus oídos parecen estar funcionando bien.
—Está hablando demasiado. Gran Duque.
—¿Es esto demasiado?
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Las circunstancias de una legítima villana (Finalizada)
RomanceSeria, una paria social, ha cambiado. Seria Stern, la mujer malvada que hizo temblar de miedo a todos, ahora estaba tranquila. De hecho, no solo había cambiado, era una persona completamente diferente. En el momento en que se dio cuenta de que había...