Capítulo 17

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El viejo señor Fergus descendió los setecientos veinte escalones hasta el santuario. Se detuvo al ver que el antiguo pergamino estaba abierto sobre la mesa de piedra. Las velas estaban apagadas y el gran cáliz estaba en su lugar pero él no recordaba haber dejado el pergamino abierto. El cuchillo de ceremonia que reposaba sobre el cáliz también estaba tal cual lo había dejado y el contenido del cáliz intacto. Aunque hubiera sido imposible determinar si alguien lo había alterado o no.

Dentro del cáliz se encontraba todo. La sangre de cada ser que existía estaba dentro a excepción de la raza humana. Fergus llevaba siglos cuidando del cáliz para que nadie utilizara su poder en contra de la paz. La leyenda decía que el pergamino había sido una ofrenda directa de los mismos dioses y quien supiera utilizar el pergamino era capaz de encontrar cualquier cosa que desease. La sangre que contuviera el cáliz era la sangre que podría usar el pergamino y sus propiedades. Tantos siglos habían pasado desde que aquello había comenzado que el cáliz estaba casi lleno, una gota de sangre a la vez cuando un nuevo utilizador del pergamino era iniciado y solo los seres más sabios y más nobles podían serlo.

El viejo señor Fergus miró con horror el pedazo faltante de pergamino. Alguien había recortado y robado la esquina inferior izquierda, un pedazo pequeño del tamaño de un libro pero aún así. Supo con horror que alguien también había realizado la ceremonia ya que el pergamino no servía a quien no tuviera una gota de su sangre dentro del cáliz.

El viejo señor Fergus gritó con horror y cólera y ordenó a los guardias que sellaran todas las salidas y no dejaran partir a nadie.

Lizz sonrió escalones más arriba al escuchar los gritos mientras continuaba corriendo para huir. La gran torre y fortaleza que resultaba el santuario no era problema para ella. Se detuvo cuando una flecha se incrustó a sus pies y miró para arriba solo para ver que los guardias la habían descubierto y le estaban disparando sin piedad. La torre era un cilindro sin más que las interminables escaleras. Si ella miraba arriba veía a los guardias atacarla y descender y si miraba abajo podía ver en el fondo el santuario junto con el viejo señor Fergus ordenando a gritos que la detuvieran.

Ella continuó corriendo y no se detuvo. Le disparó a un guardia que no dejaba de atacarla y lo dejó totalmente incapacitado al atravesarle la mano con que disparaba con una flecha. Siguió subiendo los escalones sin dejar de defenderse o disparar. Empujó a un guardia escaleras abajo cuando este le cortó el paso y se detuvo al ver que ya no tenía salida y una decena de hombres le cortaban el paso escalones más arriba.

Miró a su alrededor pensando rápido en qué hacer. No podía subir y tampoco bajar. Vio una ventana del otro lado de la torre pero aún si corría escaleras abajo en un intento por llegar hasta ella le sería imposible alcanzarla ya que la altura entre los escalones y la ventana era más de la que ella podía alcanzar y la piedra estaba tan gastada por sus años que por más de sus innumerables espacios entre una y otra era imposible escalar.

Observó la piedra un segundo más, quizás ella no pudiera escalarla pero estaba segura que una flecha sería bastante difícil de remover si era clavada en el lugar indicado. Sonrió al tener una idea y tomó una flecha con una cuerda atada en su extremo, ya había previsto aquel tipo de situación. Apuntó y disparó rápidamente. Sonrió cuando la flecha dio en el blanco en el opuesto de la torre y arriba. Tomó un cuchillo, cortó la cuerda que sobraba y tiró de ella una vez para comprobar que sería seguro.

Miró a los guardias que estaban más cerca y no lo pensó al momento de saltar. Se aferró fuertemente a la cuerda esperando no caer y se impulsó con sus pies al vacío. Voló por los aires mientras cientos de flechas intentaban darle sin resultado alguno. Era rápida y la cuerda era lo suficientemente fina como para ser invisible en la oscuridad de la noche pero lo suficientemente resistente como para soportarla.

Presa (Cazadora #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora