Capítulo 12

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Sweec no vaciló al abrir ambas puerta e irrumpir en medio de la reunión. Falco interrumpió su discurso y miró sobre su hombro para encontrarse con la mirada de su guardián. Él estaba reunido junto con sus hermanos, los miembros de la Sociedad y algunos importantes Vynx que dirigían el actual ejército y la guardia alrededor de una gran mesa redonda. Un plano del Otro Mundo se extendía sobre toda su superficie y había pequeñas figurillas representando la situación actual.

—Lamento interrumpir señor pero es de extrema urgencia que hable con usted a solas —dijo Sweec.

—Comprendo —dijo Falco—. Caballeros, debo retirarme.

—Adelante Aar, yo me ocuparé de esto —dijo Lady Gwe y sonrió fríamente—. Sabes que me encantan este tipo de asuntos.

Él ignoró la malicia en la voz de ella y simplemente partió haciendo caso omiso a las miradas curiosas de Liam y los dos cazadores. Era consciente que Sweec no hubiera interrumpido sin más en aquella reunión de no tratarse de algo realmente importante. Cerró ambas puertas al abandonar la sala y se alejó de los dos guardias que tenían sus puestos de vigilancia allí hasta estar fuera de su alcance auditivo. Solo entonces se permitió mirar a Sweec una vez que estuvo totalmente seguro que nadie más los escuchaba o les prestaba atención.

—¿Qué sucede? —preguntó.

—Usted pidió que lo mantuviera al tanto de cualquier asunto que pudiera ser de su interés y que pudiera estar relacionado con lo que desea —dijo Sweec—. Ha habido un altercado hace unos minutos en un lugar de reunión clandestino dentro de los túneles que desembocan cerca del Bosque de Shin. Una disputa entre un Dvergar y una cazadora. Al parecer ella lo habría amenazado de muerte luego que él la insultara.

—Podría ser ella —dijo Falco enseguida.

—Eso no es todo —dijo Sweec y se detuvo para escucharlo—. He investigado por mi cuenta, vengo de una pequeña reunión con su padre el rey. Sabe que él es los ojos de este mundo y lo sabe todo, controla todos los pasajes. Según escuché alguien habría querido utilizar un pasaje directo a la Corte pero sabe tan bien como yo que el rey cerró aquellos pasajes por lo que este se abrió en su lugar habitual en las Tierras del Sur.

—¿Qué? ¿Y ese maldito no me dijo nada? —dijo Falco furioso—. Eso es importante, debería haberlo sabido en ese preciso momento y no ahora en medio de la noche.

—Lo lamento señor pero sabe que aquella información solo la maneja su padre el rey y yo no tengo acceso por otra parte. Tampoco estaba al tanto de aquello —dijo Sweec y Falco se dio vuelta.

—Prepara un caballo, saldré sin importarme las malditas reglas de mi padre. Es ella, no hay duda, y se dirigirá al Lago Hin. Necesito encontrarla, llegar mientras haya tiempo.

—Sí mi señor.

Él asintió con obediencia y partió para cumplir sus órdenes. Falco cerró fuertemente sus manos para controlarse, si el rey había sabido todo el tiempo de Lizz y no le había dicho nada al respecto entonces le esperaba una fuerte discusión cuando regresara.

***

El frío aire de la noche le dio la bienvenida una vez que estuvo fuera. Corrió tan rápido como pudo sin detenerse por nada y sin mirar atrás. El bosque parecía sin vida alguna, no había animales nocturnos ni ruidos, ni siquiera había una débil ráfaga de viento. Saltó para evitar raíces y diferentes obstáculos que la pudieran hacer caer. Cubrió su rostro y se inclinó para pasar a través de ramas que solo querían herirla para dejar un rastro de sangre. Las lágrimas ardían en sus ojos, tanto por el dolor del esfuerzo como por el miedo que sentía.

Era consciente de que sus posibilidades eran casi nulas, que no podría llegar a tiempo para ponerse a salvo. Continuar dentro de los túneles hubiera sido estúpido, demasiado limitado y jamás llegaría a un lugar fuera de peligro. Salir había sido su única alternativa pero ahora debía atravesar el Bosque de Shin lo más rápido que pudiera si deseaba alcanzar el Lago Hin. Allí podría estar bien, no podría alcanzarla jamás. Había temido aquel momento más que nada durante los últimos días y ahora tan solo le quedaba correr si quería salvar algo más importante que su vida, su voluntad.

Presa (Cazadora #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora