Presa (Cazadora #2)

Capítulo 4

       

Marcus contuvo la respiración al dejarse caer de un modo casual sobre la mesada, le había costado juntar el valor necesario pero estaba decidido. Increíblemente la adrenalina y el temor le daban energía, no era algo similar a consumir sangre, nunca lo sería, pero era mejor que estar agotado y sin fuerzas como antes de comenzar a beber o sentirse débil por abstenerse. Ultan estaba limpiando un vaso como siempre con su habitual desinterés y ni siquiera lo miró.

—Así que estuve pensando —Dijo él con fingida indiferencia—. Podrías darme un aumento.

—¿Apenas va más de una semana y ya te atreves a pedirme un aumento? ¿Acaso tu prima te pasó algo de su actitud? Sigue soñando perro, jamás te daré un aumento —Dijo Ultan.

—Soy un Dunne, podría conseguir fácilmente otro puesto de trabajo afuera —Dijo Marcus y Ultan lo miró fríamente.

—Eres un Dunne, podrían fácilmente atraparte y usarte contra Lizz —Dijo él—. Y no dejaré que por tu culpa le hagan algo a ella.

—¡Apenas me alcanza para comer lo que me pagas! —Exclamó Marcus.

—Entonces trabaja más duro y quizás considere pagarte más —Dijo Ultan.

—¿Que trabaje más duro? Ni siquiera tengo tiempo para hacer otra cosa —Dijo él.

—Ni siquiera tienes tiempo para atacar a otros o morderlos —Dijo Ultan dejando a Marcus sin palabras y volvió a limpiar el vaso con desinterés—. Ese es el punto. Existen diferentes modos para mantener la abstinencia. Ya que al parecer no tienes la suficiente voluntad para dejar la sangre sin más entonces no te dejemos tiempo siquiera para considerar morder. Es uno de los métodos de abstinencia más efectivos.

—¿Cuántos hay? —Preguntó Marcus.

—Muchos —Dijo Ultan—. Pero efectivos hay muy pocos y depende de cada uno. Así comenzó el señor Moore. Buscaba modos de no tener tiempo libre hasta que fue capaz de decidir por su cuenta cuándo morder y no que el deseo de sangre lo controlara. Lo que él hizo, dejar absolutamente la sangre, es imposible pero sí te puedo ayudar a reducir tu consumo.

—¿Y si dejar absolutamente la sangre es imposible cómo es que él lo logró? —Preguntó Marcus.

—No lo logró —Dijo Ultan y lo miró seriamente—. Jamás lo logrará. La dependencia es una condición que es imposible abandonar. Acostúmbrate porque ese deseo por la sangre que sientes te acompañará toda tu vida y si dejas la sangre morirás. Esa es la única escapatoria, la muerte.

—No entiendo. Yo lo he visto. No muerde, no toma sangre real, puede controlarse perfectamente —Dijo Marcus.

—No tiene tanto control como demuestra o hace parecer. Quizás pueda abstenerse de sangre normal pero no de la de un monarquista. Por alguna razón se llama dependencia —Dijo Ultan—. Y en la dependencia el dependiente siempre depende de una dependencia. No creo que si le pones cerca un poco de sangre de monarquista logre resistirse. ¿No te has preguntado por qué se mantiene alejado de ti?

—Le dije que quería morder a su novia, no me sorprende su trato a cambio —Dijo Marcus y Ultan negó con la cabeza.

—Tu sangre ahora es la de un dependiente y él puede sentir aquello —Dijo Ultan—. Espero nunca pruebes la sangre de un monarquista pero no hay dependencia mayor a eso. Si crees que ahora es malo no sabes lo que es lo otro. Tu dependencia no es nada comparada con la de él. Inténtalo alguna vez, acércate lo suficiente para sentir su sangre. Verás que esta te tentará más. Eso para él es mil veces peor.

—Nunca pareció que lo fuera —Dijo Marcus sorprendido.

—Tu consumo afecta tu sangre y esta está cambiando desde que probaste la sangre. Llevo mucho tiempo tratando con monarquistas y dependientes como para saber lo suficiente. No tengo estas cicatrices por nada —Dijo Ultan—. Y apostaría mi cabeza a que estando cerca de ti le es difícil controlar a aquella parte que tú llamas el monarquista dentro de ti. Y para ti debe ser igual. Los monarquistas son muy territoriales y excepto que uno acepte someterse al otro no dejará de haber conflictos. Está en sus instintos, y ahora también en los tuyos.