Presa (Cazadora #2)

Capítulo 19

Nicholas se deslizó en silencio dentro de la casa pero se relajó cuando vio a Marcus aparecer en la puerta de la cocina y sonreírle antes de agitar la mano para indicarle que se les uniera. Enseguida la tensión sobre sus hombros desapareció y casi suspiró con alivio antes de sonreír. Se internó en la cocina junto con Marcus y Liam y tomó una manzana antes de sentarse junto a ellos en la mesa.

—¿Riley no viene? –preguntó Marcus.

—Está mañana ha preferido ir a desayunar con su alteza real, todavía no logra convencerla de que salga de su escondite y vuelva a la Corte aunque al menos ya superó el shock de estar saliendo con una princesa –dijo Nicholas y le dio una mordida a su manzana.

Era una mañana totalmente soleada, era increíble la calma y paz que de pronto se había establecido en la vida de ellos la última semana. Marcus había aceptado finalmente portar lentes oscuros para que sus ojos no molestaran a nadie, en especial a Liam, y se esforzaba por limitar su mala personalidad a las noches cuando salía por un pequeño trago. La abstinencia no le resultaba sencilla pero mientras se mantuviera consumiendo los calmantes de Ultan y no hubiera sangre expuesta al aire podía controlarse.

Riley finalmente había logrado superar su shock por el asunto de Lady Gwe y luego de haber aclarado la situación con ella había intentado hacerla entrar en razón para que volviera a la Corte pero ella temía salir y ser atacada nuevamente. Él seguía intentando convencerla de volver, la iba a visitar cada día y por más que aseguraba que entre ellos había limitado la situación a princesa y un cazador que cumplía con su deber con la naturaleza y hacía de servidor Nicholas no terminaba de creerle.

Liam vivía más en calma ahora que ya no era constantemente vigilado y ya no había dos hombres fuera de la casa estando atentos todo el tiempo. Todo había mejorado por más que el arresto de Lizz hubiera sido la causa. Pero ella les había revelado sus intenciones a Riley, Marcus y Nicholas el último día y ellos finalmente habían cedido y aceptado al igual que Liam. Ella no hubiera querido que desperdiciaran lo que había hecho sufriendo por su ausencia.

El único que no había sacado nada bueno de todo eso había sido Damon. Nicholas suspiró al buscarlo en vano y saber que no estaba allí. La presencia de Marcus confirmaba que no se encontraba presente. No lo había visto desde entonces pero no le era difícil imaginar cómo debía estar siendo todo el tiempo la compañía de Elizabeth y habiendo caído nuevamente en aquel mundo de monarquistas.

—Te estábamos esperando. Tenemos buenas noticias, en realidad yo tengo buenas noticias. No creerás lo que vi ayer por las noticias pero estaba esperando a que llegaras tú antes de mostrárselo también a Liam –dijo Marcus y alcanzó el ordenador portátil que estaba sobre la mesa—. Les encantará esto, no termino de creerlo.

—¿Solo nos lo mostrarás a nosotros? –preguntó Nicholas.

—Bueno, también esperaba mostrárselo a Riley pero supongo que será en otra ocasión –dijo Marcus y Nicholas vaciló.

—Él no está aquí ni vendrá, debe estar desayunando con su maldita prometida en algún café caro –dijo Liam sin ocultar su desprecio y odio.

Marcus y Nicholas compartieron una rápida mirada de cómplices. Ninguno habló o se atrevió a preguntar sobre el tema, ni siquiera habían mencionado su nombre en los últimos días. Liam nunca se mostraba de lo más a gusto hablando de su anterior compañero de casa, no luego de lo que había sucedido.

—No me refería a nadie en especial —dijo Nicholas.

—Olvídate de él, ya dejó muy en claro su posición —dijo Liam.

—No siempre elegimos lo que queremos —murmuró Marcus y rápidamente logró meterse al programa de la Sociedad y encontrar el bloque de noticias—. Esto de la computación es una maravilla, deja que la Sede te instale el chip indicado y voilà.