Liam corrió al escuchar la tos convulsiva. Lizz estaba sentada sobre su cama con una mano sobre su pecho ahogándose. Él se sentó a su lado con preocupación y la sostuvo. Intentó calmarla pero ni siquiera podía tranquilizarse él ante su desesperación. Creyó que el corazón le dio un vuelco cuando ella comenzó a toser sangre también. Miró con desesperación a su alrededor pero estaba demasiado alterado y no podía pensar claramente.
Lizz lo alejó suavemente mientras continuaba tosiendo y tanteó su mesa de noche hasta tomar un pequeño frasco con agua. Quitó la tapa como pudo entre convulsiones y luego tomó el líquido. Lentamente pareció calmarse y estar estable de nuevo. Su respiración era un poco agitada lo que para un cazador era estar realmente agitado pero poco a poco ella fue recuperando su respiración normal.
—Calla y no digas nada —Dijo ella.
—¿Que calle? ¿Te has visto? Estás empeorando —Dijo él y ella se limpió la sangre del rostro.
—Estoy bien —Dijo Lizz y Liam sostuvo una mano sobre su frente.
—Si tienes fiebre estarás peor —Dijo Liam—. No estás bien Lizz.
—Lo estoy, tan solo deja de preocuparte —Dijo ella y se apoyó contra su pecho, de pronto parecía muy cansada—. Están peleando nuevamente, los escuché.
—Simplemente están preocupados por ti, siempre que pasa esto lo están —Dijo Liam y la rodeó con un brazo—. Mamá tan solo está un poco histérica y papá está muy sensible, por eso pelean.
—Tampoco sabes. ¿Verdad? Ellos siempre discuten cuando estoy enferma pero lo que ellos no entienden es que siempre lo estoy solo que a veces se nota más, como ahora. Y discuten, quién sabe por qué —Dijo Lizz—. Si tú no lo sabes entonces tampoco lo sabré yo.
—Aquello no importa —Dijo Liam—. Tienes que descansar. No me importa como lo llames para mí ahora estás enferma y si agarras fiebre esto se pondrá peor.
—Eso no tiene por qué pasar —Dijo ella y sonrió ligeramente—. Mejoraré con el tiempo, lo sé. Cuanto más tiempo paso en contacto con el agua del Lago Hin mejor estoy. Ya solo me pasa esto cada muchos meses.
—Tan solo espero que no estés desarrollando una dependencia a ese agua —Dijo él.
—No lo estoy. Es un agua sagrada y pura, perfecta en todo sentido. Jamás podría causarme una dependencia —Dijo ella.
—Lamentablemente es lo único que tenemos para ayudarte —Dijo Liam.
—¿Lamentablemente? Estoy viva con quince años de mala suerte, eso ya es bastante —Dijo ella y él sonrió.
—Entiendes lo que quiero decir —Dijo él—. No me gusta verte así o saber de tu condición. Haría cualquier cosa con tal de invertir roles. Negaría todo lo que supuestamente me espera si con eso tú puedes ser una persona normal.
—Entonces todo ya no sería tan emocionante —Dijo Lizz—. De todos modos no es lo único. Estuve hablando con mamá el otro día. ¿Sabías que ella sabía tanto sobre sanadores? Yo no lo sabía.
—¿Y cómo terminaron hablando ustedes de eso? —Preguntó Liam.
—El otro día, luego de mi demostración, dos enviados de Londres me ofrecieron un puesto en la elite —Dijo ella y Liam se quedó helado—. Deberías ver todo lo que me ofrecían por aceptar. Si decidía mudarme a Londres entre los muchos beneficios estaba la atención total y la prioridad del sanador de esa Sede. ¿Te imaginas? Escuché historias que dicen que un sanador es capaz de cerrar una herida con solo tocarla. Mamá dice que no cree que aquello sea cierto pero que ellos si pueden tratar una herida en cuestión de segundos.
—¿Te ofrecieron un puesto? —Preguntó Liam y Lizz resopló antes de poner los ojos en blanco.
—No me estás escuchando y eso no importa —Dijo ella—. De todos modos me negué, no quiero ir a Londres. Pero no se lo digas a nadie. ¿Te imaginas lo que dirían si supieran que he negado un puesto en la elite de Londres? Creí que a los dos hombres les daría un ataque cuando me negué sin pensarlo. No me interesa.
Ella comenzó a toser nuevamente y él la sostuvo del modo correcto para que no se ahogara. Por un momento creyó que podría decirle a Lizz que también le habían ofrecido un puesto ese día, hasta tuvo la esperanza de finalmente poder aceptar ahora que no la abandonaría pero entonces recordó las palabras de su papá y supo que lo mejor sería callar. Ella no debía sospechar y él debía olvidar.
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Presa (Cazadora #2)
AdventureLizz y Liam Dunne son miembros de la Sociedad, personas dotadas con diferentes habilidades para ser capaces de mantener la paz entre el mundo humano y el paranormal. Con solo diecisiete años, los mellizos han burlado a la muerte más veces de lo que...