Capítulo 18

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Lizz abrió los ojos y se levantó, las palabras de Lady Gwe aún resonando en su mente. Contuvo una maldición al ver su mano lastimada y sentir el dolor, la piel estaba roja allí donde se había aferrado con demasiado fuerza y por demasiado tiempo al helado Tichkri que ahora estaba completamente destruido. Nada delataba su presencia más que una fina capa de nieve sobre la alfombra que comenzaba a derretirse para no dejar ningún rastro. Ella cerró los ojos ante el dolor y ató su pañuelo alrededor de su mano.

Damon yacía a su lado, todavía inconsciente. Lo miró apenada sabiendo el gran esfuerzo que debía haber hecho y que debía descansar para recuperarse. Era mejor así. Quizás no recordara nada luego, quizás ni siquiera sospecharía que ella había estado allí o había cometido el terrible error de mostrarle lo que sentía. Se inclinó sobre él y acarició su cabello, deslizando luego su mano por su mejilla. Ni siquiera se movió. Podía no haber recibido ningún daño físico real pero mentalmente lo había hecho al tratarse de una ilusión y aquello lo hacía sentir como si fuera real.

Ella suspiró y se inclinó un segundo para juntar sus labios con los de él en un suave beso. Se despidió en silencio sabiendo lo que tenía por delante. Se puso en pie y cogió los lentes que Elizabeth le había mandado a buscar en primer lugar. Debió haberlos tomado del primer instante pero había visto la huella de Riley enseguida, luego de tantos años cerca de él podía saber con solo un vistazo si él había hecho algún trabajo y reconocer su huella. Ver a Damon retorcerse con el horror grabado en su rostro mientras dormía tan solo le había confirmado lo que creía.

Lograr que soltara el Tichkri había sido todo un problema. Él era fuerte y aún sin aquella fuerza de dependiente a Lizz no le hubiera sido fácil conseguir que abriera su mano, su condición le brindaba una inexistente fuerza. Realmente esperaba que a él no le doliera tanto la muñeca como imaginaba, prácticamente había tenido que apuñalarlo allí para aflojar su mano y conseguir que la abriera lo suficiente para dejar caer el Tichkri. Y entonces él se había despertado y ella creyó que sería capaz de golpear a Riley perfectamente en el rostro por lo que le había hecho, fuera lo que fuera que hubiera soñado aquella pesadilla realmente lo había atormentado.

Resopló con furia al abandonar el cuarto intentando alejar el recuerdo de lo sucedido después. ¿Él había soñado con otra? ¿Había sido en serio su respuesta sobre desvestir a una mujer hacía dos siglos? Lizz cerró fuertemente las manos mientras deseaba tener su arco para poder disparar y descargarse. Flecha a flecha se habría calmado mientras estas daban perfectamente en el blanco. Pero de momento no tenía nada. Le frustraba que él no le hubiera preguntando directamente lo que deseaba, que hubiera recurrido a mencionar a Liam para preguntarle si se había cortado. ¿Muy difícil le era decir que era él quien se preocupaba y no le gustaría si se cortara?

Controló sus sentimientos completamente y los desterró a lo más profundo de su ser. Para cuando salió nuevamente a la calle ya estaba perfectamente calmada. Él estaba siguiendo su juego y ella el suyo, no podía culparlo de nada aunque la molestia de que él y su hermano fueran tan tontos como para no decirle lo que se traían entre manos y pretender ocultárselo seguía allí. ¿Por qué los hombres siempre tenían que jugar el papel de nobles héroes torturados? Podrían habérselo dicho, ella posiblemente hubiera encontrado un modo de solucionarlo pero el asunto ya había ido demasiado lejos y ahora era más difícil.

Miró con odio a Elizabeth al pasar a su lado y se contuvo de lanzarle sus costosos lentes de sol, posiblemente ella encontraría el modo de hacer parecer eso como una agresión hacia los monarquistas y Lizz no dudaba en que realmente lo fuera ni temía hacerlo pero necesitaba su libertad cuanto antes. La monarquista parecía conforme con su actitud, suponiendo un origen a su molestia que no era para nada cierto. Lizz apenas se contuvo de sonreír, disfrutaba manipular las creencias de ella a su favor.

Presa (Cazadora #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora