Lizz le lanzó un rápido saludo a Jo al pasar por recepción pero la atareada mujer no la escuchó mientras se ocupaba de calmar a algunos de sus huéspedes. Nadie prestó atención en Damon y Lizz escabulléndose escaleras arriba y eso fue porque nadie los vio realmente, de lo contrario posiblemente lo sucedido hubiera sido lo opuesto. El primer piso de la posada era tan solo un largo pasillo con unas pocas habitaciones ocupadas por los huéspedes de Josefine.
Ella metió a Damon dentro de su habitación, casi a escondidas deseando no alertar a los otros huéspedes que estaban en el piso. No había nada de ella ni ninguna cosa que pudiera mostrar que alguien había estado viviendo allí los últimos dos meses a excepción de un pequeño escritorio lleno de notas, mapas y fotografías. Además de ese mueble tan solo había una mesa de noche completamente vacía y una cama.
La ventana estaba totalmente abierta y Lizz se sentó sobre el alféizar para observar el exterior. Ella tomó la pierna de su pantalón que había sido cortaba y había arrastrado alrededor de su tobillo, estaba manchada de sangre y no dudó en lanzarla al lado opuesto de la habitación. Damon se acercó hasta el escritorio y se fijó en los diferentes papeles.
—¿Has estado viviendo aquí? —Preguntó él.
—Admito que antes de recordar, cuando la Sociedad me controlaba totalmente, anduve en regla. Me quedaba en una pensión, luego de París la abandoné —Dijo ella—. Necesitaba un lugar donde quedarme, uno donde no pudieran mas encontrarme nunca. Terminé aquí, en el Otro Londres, y la cuota mensual de Josefine es bastante baja. He pasado aquí algo más de un mes.
—Pero no hay nada aquí —Dijo Damon.
—Sí, tu bolso está debajo de la cama. Riley lo tomó esta mañana —Dijo Lizz rápidamente ante la mirada sorprendida de Damon—. Y yo he estado viviendo de ropa prestada o alquilada. Soy una cazadora, no necesito nada. Doné todo lo que había comprado mientras la Sociedad me controlaba. La única ropa que realmente tengo es la que llevo puesta, es decir mi ropa de cazadora. Y mi aljaba. Eso es lo único que necesito y porto.
—¿Y qué hay de esto? —Preguntó Damon y observó por unos segundos un mapa del mundo con cruces negras en diferentes partes, sobre todo en las islas del noroeste de Europa. Lizz suspiró.
—Es lo que he estado haciendo, mi investigación —Dijo ella.
—Si te metes con monarquistas te arrepentirás, créeme —Dijo él—. Mira lo que me sucedió por investigarlos demasiado.
—Ellos mataron a mi familia Damon —Dijo Lizz y él se dio vuelta para mirarla—. Violeta no mentía, por alguna razón ellos mataron a toda mi familia o cualquiera con una gota de sangre nuestra hasta que solo quedamos Marcus, Liam y yo. El acceso que tuve a los archivos de Londres me permitió confirmar lo que creía. Los monarquistas se traen algo entre manos.
—Yo no sabía —Dijo él—. Sabes que si hubiera sabido algo te lo hubiera dicho.
—Lo sé, pero eso no cambia el hecho de que algo están planeando —Dijo Lizz—. Creo que mis padres sabían que esa noche morirían y por eso no se defendieron. Estuve leyendo los libros que dejó mi mamá esperando encontrar una respuesta allí pero tan solo son historias y muchas de ellas no he podido relacionarlas con la realidad. Solo sé, que por alguna razón, los monarquistas tomaron la decisión de matar a toda mi familia.
—Tuvo que ser una decisión de alguno de los cuatro gobernantes —Dijo Damon—. Aunque solo quedan tres con vida.
—Violeta no era. Fue Elizabeth, Manuel o Sebastian —Dijo ella y tiró de su cabello—. No lo sé, desconozco totalmente cómo funciona la política entre monarquistas. He averiguado sobre ellos. Sé que zonas gobiernan cada uno y dónde están pero nada más.
ESTÁS LEYENDO
Presa (Cazadora #2)
AdventureLizz y Liam Dunne son miembros de la Sociedad, personas dotadas con diferentes habilidades para ser capaces de mantener la paz entre el mundo humano y el paranormal. Con solo diecisiete años, los mellizos han burlado a la muerte más veces de lo que...