Presa (Cazadora #2)

Final segunda parte

Ella balanceaba el pie inconscientemente. Estaba sentada de costado sobre un sillón con las piernas sobre el brazo de este. Observaba con un rostro inexpresivo la delicada cadenilla enredada en sus dedos o el dije con el que jugaba entre sus manos. A veces el collar lanzaba un destello plateado al ser iluminado por un segundo.

—Supongo que ha llegado el momento de demostrar qué tan buena puedo llegar a ser —Dijo y sonrió ligeramente como un gato—. Mañana a esta hora las cosas serán totalmente diferentes. Serás libre. Y pronto yo también. Es solo cuestión de tiempo. Has hecho bastante por mí Caballero, llegó el momento de pagarte.

—Ha sido todo un honor ayudarte —Dijo Caballero.

—El honor ha sido mío al tenerte como compañero pero ha llegado la hora de mi acto final. Conseguiré una ovación de pie, ya verás, la gente estará eufórica. Crearé una catarsis —Dijo ella y rió suavemente—. Creo que para ser una cazadora tengo bastante dominio de la lengua.

—Para ser una de esos tontos iletrados debo admitir que eres bastante inteligente —Dijo Caballero.

—Los cazadores podrán no tener estudios pero no hay personas más capaces que ellos —Dijo ella—. Es por eso que somos tan buenos, porque muchos nos subestiman. Y es por eso que yo soy tan buena. Esta noche conseguiré la solución a tu condena y serás finalmente libre. ¿Qué es lo primero que harás?

—Ir a golpear a mis hermanos por delatarme para que nuestro padre me encerrara —Dijo él.

—Me gustaría poder ver eso —Dijo ella.

—Quizás sea piadoso con uno de ellos, con el que conoces. Después de todo, él te envió a mí —Dijo Caballero—. De hecho, de mis siete hermanos es el más bueno conmigo aunque siempre está tratando de hacerme entrar en razón y que abandone la vida que llevo.

—Sé lo que se siente —Dijo ella—. Creo que por eso me envió a ti, porque vio que éramos similares y que yo te necesitaba y podría encontrar la solución a tu encierro.

—Me alegro de haberte conocido —Dijo Caballero—. Ten cuidado, lo que tienes en mente podría costarte bastante caro.

—Ya he hecho esto cientos de veces —Dijo ella y él suspiró y negó con la cabeza—. Estaré bien.

—Esta no es como otra de tus veces. Sabes el peligro que implica tratar con ese tipo de criatura. No tiene alma ni sentimientos, es solo oscuridad y maldad. Es despiadado, cruel y te matará sin siquiera tocarte si lo desea —Dijo Caballero.

—Entonces es bueno saber que específicamente no estará deseando matarme —Dijo ella y sonrió.

—Es demasiado peligroso, tienes que actuar con mucho cuidado si planeas salir viva de esta —Dijo él.

Ella se puso en pie y se estiró. Miró la hora en el reloj de la sala, aún tenía bastante tiempo. Sabía que Caballero estaba hablando en serio, nunca antes él se había mostrado tan preocupado por ella o le había advertido tanto sobre lo que planeaba hacer. Pero también estaba totalmente decidida a actuar y que nada la detuviera. Le sonrió con encanto antes de alejarse hasta la salida.

—Todo saldrá bien —Dijo.

—¿A dónde vas? —Preguntó él y ella le volvió a sonreír.

—A buscar dos camaradas, dos amigos —Dijo ella—. Uno esta a punto de llegar y tengo que detener al otro antes de que se vaya.