Capítulo 18

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Ella bajó a desayunar. Sonrió al ver que los rayos de sol entraba radiantes por la ventana, que aún quedaba cerezas y que era lo suficientemente tarde como para que su hermano y Marcus ya no estuvieran por tener que asistir al instituto. Damon la rodeó con los brazos y la besó una vez en la mejilla antes de robarle la cereza que ella había tomado y comerla. Lizz protestó pero él rápidamente la calló con un beso y luego se sentó en la mesa. Ella tomó las cerezas y se sentó frente a él.

—¿Qué? ¿Esta mañana tú estás feliz? —Preguntó ella.

—Sobreviví a una noche durmiendo en el suelo de la habitación de tu hermano. ¿Eso es motivo para no estarlo? —Dijo Damon.

—Lo que aún no entiendo es por qué no hizo que Marcus durmiera con él y listo —Dijo Lizz.

—Supongo que temió que te secuestrara en medio de la noche —Dijo Damon.

—O me ofrecieras drogas —Dijo ella y él sonrió—. Ayer estuvo muy cerca. La situación no será más simple si Liam se entera de la condición de Marcus.

—Mientras él no tome sangre será fácil controlarlo —Dijo Damon.

—Ha pasado mucho tiempo desde que estás aquí —Dijo Lizz.

—Si intento salir del país la Sociedad me detiene por ver la marca en mi mano y saber que no he entrado al país como correspondía —Dijo Damon—. Además, creo que no quiero irme. Estoy bien aquí, mejor de lo que he estado en años.

—Tarde o temprano alguien notará que ya no estás —Dijo ella—. Richard sabrá que no estás y Elizabeth también.

—Por una vez, seré un tonto y dejaré de preocuparme por las consecuencias de mis actos. No puedo vivir siempre dependiendo de los demás —Dijo Damon—. Sí, tarde o temprano Elizabeth notará que ya no estoy en la ciudad y saldrá a buscarme si es que aún no lo ha hecho y Richard seguramente ya debe haber armado un escándalo por mi desaparición pero no me importa. No tienes idea de lo que han sido los últimos dos meses para mí. Que Richard supiera de mi condición fue lo peor que me podría haber pasado luego de creer que Elizabeth te había matado.

—¿Fue muy malo? —Preguntó Lizz y notó como él tocaba con necesidad la cadena de su cuello.

—Amenazó con entregarme a Londres si no hacía lo que él decía. Tenía pruebas suficientes, aquella grabación y la botella con tu sangre que un informante se había ocupado de decir de quién era la sangre y que yo la había tocado. No tenía alternativa —Dijo él y se aferró con fuerza a la cruz que colgaba de la cadena—. Nada de lo que me hizo hacer fue bueno. Tuve que morder personas contra cualquier voluntad para hacerles olvidar, intimidar a otras, estar totalmente a su disposición. Me arrepiento de cada cosa que me hizo hacer y él se aprovechó porque sabía que yo no podía negarme. Realmente, prefiero quedarme aquí y esperar que Elizabeth aparezca o la Sociedad me arreste que volver.

—Lo siento —Dijo ella—. Si tan solo hubiera sabido…

—No importa, supongo que en cierto modo me lo tenía merecido por todo lo que he hecho en mi vida. He cometido muchos errores antes que Saoirse lograra que me redimiera —Dijo Damon y miró por un momento la cruz en su mano—. Pero ya estoy mejor y bien, eso es lo que importa ahora por más poco que dure.

—¿Cómo la obtuviste? —Preguntó Lizz y él levantó la vista—. La cruz, la tienes desde que te conozco y ya te he visto tomarla muchas veces o tocar su cadena solo para recordarte que está ahí.

—Era de mi padre —Dijo Damon y ella se levantó para verla mejor. Era una cruz grande y antigua que colgaba de una gruesa cadena alrededor de su cuello. Damon suspiró y bajó la vista para verla de nuevo—. Es todo lo que me queda de él. Una vez me dijo que, cuando ya no estuviera, sería mía. Aquel día que ellos fueron asesinados yo volví de la Sede sin sospechar nada y la escena que encontré no fue nada agradable. Tan solo pensé en tomar lo que ellos más valoraban y huir. Tomé la cruz de mi padre y por más que lo busqué no encontré el anillo de mi madre, ella deseaba que el día que me casara utilizara ese anillo. Entonces la Sociedad llegó y en lo único que pensé fue en huir. Era una advertencia de los monarquistas para que dejara de meterme en sus asuntos y temía que la Sociedad me culpara.

Presa (Cazadora #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora