—Un cementerio. ¡Qué lugar más maravilloso para pasar la noche! —dijo Riley—. Cuando uno dice despedida de soltero uno normalmente piensa en una fiesta privada con una prostituta o dos, al menos una stripper, y mucho alcohol. No en cuatro jóvenes en un cementerio en el medio de la noche
—¿Qué sucede? ¿Le temes a los muertos? —preguntó Liam y Riley lo miró seriamente.
—Los muertos no son de lo que hay que temer sino los vivos. Y luego de estar en Axkrul un cementerio parece un lugar normal.
La noche era oscura y el cementerio estaba cubierto por una ligera neblina. A un lado y otro las lápidas aparecían como negros dientes saliendo de la tierra. La hierba crecía con descontrol por todas partes, compitiendo con los pedazos de tierra muerta. En algún lugar un búho ululó mientras pequeños ratones correteaban por tierra ocultos en la oscuridad. Había bastado un instante de distracción para que Damon se les adelantara y caminara más adelante.
Riley se detuvo frente a una tumba y Nicholas y Liam también lo hicieron. Él miró la gastada lápida y sonrió un poco. La escritura era firme y a diferencia de algunas lápidas destruidas o invadidas por el musgo esta estaba en perfecto estado. Había una pequeña flor blanca a sus pies y Riley levantó su botella y dejó caer unas gotas de licor de hada sobre la tierra.
—Siempre fuiste de amar el licor de hada Lee, espero que sea tan bueno en el más allá como lo es aquí. No puedo imaginarte sin licor de hada, ni siquiera en la muerte —dijo él—. Te extraño amigo.
—¿Está enterrado aquí? —preguntó Liam y Nicholas negó con la cabeza.
—El cementerio del Otro Dublín es un lugar místico. Está todo en tu mente. Ves las tumbas que quieres ver, de personas muertas que conociste y oíste hablar, o que necesitas ver. ¿Así que este es Lee?
—Fue un buen amigo, el hombre más valiente que pude conocer —dijo Riley—. ¡Pero no creas que te estoy alabando por esto maldito idiota! Como se te ocurra gastarme una broma no creas que no me desquitaré con tu tumba.
—Está loco —dijo Liam.
—No. Axkrul es tierra de vivos y muertos. Allí tanto vivos como muertos se pasean y Riley se encontró con Lee después de muchos años —dijo Nicholas—. No estamos solos. Los espítirus pueden cruzar de un mundo a otro y observarnos si lo desean, no son como los fantasmas que están anclados.
—Los fantasmas no existen —dijo Liam.
—Es un hecho bastante cuestionado. Que la Sociedad no los acepte como existentes no significa que no lo sean —dijo Nicholas.
—Tu hermana cree que lo son —dijo Riley—. Los cazadores vemos muchas cosas en este mundo, más de lo que deberíamos.
—¿Qué sucedió con tu amigo? —preguntó Liam.
—Él era un Black Knight, mayor que yo. Fuimos amigos desde que entré ya que éramos los más jóvenes. Luego se sumó Lizz. Los tres éramos inseparables. Lee y yo éramos muy unidos. ¿Has oído la típica historia de dos amigos que se enamoran de la misma mujer? No discutimos ni una sola vez por ella, éramos demasiado cercanos como para hacerlo. Pero la Sociedad terminó por saber de mí y quitarme esos sentimientos. Aun así no delaté a Lee, guardé su secreto para que no lo descubrieran. No creo que entiendas cuánto habla aquello de nuestra amistad. La primera vez que vimos a un monarquista no sabíamos a qué nos enfrentábamos. Huimos a una iglesia, creímos que aquello bastaría para detenerlo como con los vampiros pero no fue así. Él entró y fue directo tras Lizz. La hirió y la hubiera matado de haber podido. Lee intervino para ayudarla, intentó defenderla pero cometió el error de mirar a un monarquista a los ojos.
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Presa (Cazadora #2)
AventuraLizz y Liam Dunne son miembros de la Sociedad, personas dotadas con diferentes habilidades para ser capaces de mantener la paz entre el mundo humano y el paranormal. Con solo diecisiete años, los mellizos han burlado a la muerte más veces de lo que...