Epílogo

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Hola! Sinceramente no sé qué estaba pensando mi yo de 14 años al terminar la historia aquí (posiblemente que Suzanne Collins no debía cortar Catching Fire donde lo hizo...). Pero siempre les advertí que esta es una historia vieja que subo aquí y ni siquiera releo o corrijo o edito o etc.

Sinceramente, tenía la intención de terminar Presa y no subir más de Lizz&Liam porque conocen mi discurso y siento que estas historias no están a la par de las demás que subo. Pero lo cierto es que descubrí que hay gente que necesita la historia, no por la trama sino por sentirse identificada con Lizz. Y algunos mensajes que recibí sobre ella, me hicieron recordar por qué escribí esta historia en primer lugar. Esta historia ya ha salvado una o dos vidas desde el anonimato por más increíble que suene, tal vez en Wattpad pueda ayudar a alguien más.

Así que, sí, subiré la continuación dentro de poco y posiblemente sea en este mismo "libro" para no llenar mi perfil de libros que representan mi escritura de hace cinco años y siento que no representan mi escritura actual. Solo eso. Me alegra saber que a pesar de todo la historia les gusta :)

*********

Ella se miró al espejo y ató el lazo azul que estaba alrededor del cuello de su camisa en un moño. Ya había acabado de ponerse el uniforme. La camisa era blanca y entallada con un lazo en el cuello que ella había cambiado contra cualquier regla por uno de un color azul eléctrico. La chaqueta era negra y entallada también y hacía juego con la corta falda. Tampoco había cumplido en cuanto a los zapatos, había preferido unas pequeñas botas de terciopelo negro ante los zapatos que le habían ofrecido y formaban parte del uniforme reglamentario.

Colgó su aljaba de su espalda y le sostuvo la mirada a su reflejo por un momento. Sus antiguas ropas estaban a un lado junto a una silla. Le habían ordenado que se deshiciera de todo, le habían devuelto su aljaba y su arco luego de una inspección y le habían entregado su uniforme. Se miró al espejo un largo rato sin reconocerse. Con cuidado y prolijidad cepilló su cabello.

Un joven se paró junto a ella. Traía puesto el mismo uniforme. Camisa blanca, chaqueta y pantalón oscuro a juego y zapatos reglamentarios. Él cumplía perfectamente y estaba en orden. Su aljaba y su arco colgaban de su espalda. Con suavidad le acarició la mejilla a ella antes de inclinarse y besarla suavemente en los labios. Sonrió para susurrarle al oído.

—Bienvenida a la elite de Londres Lizzie —dijo él.

Presa (Cazadora #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora