Falco examinó el arma entre sus manos y sonrió ligeramente. Había podido vislumbrar algo del pasado de aquella pistola, un rápido vistazo de cómo Lizz la había conseguido. Ella seguía allí, muy en el fondo. No estaba totalmente perdida. Y también había visto otra cosa. Lizz había intentado defenderse, luchar por su vida. No se había simplemente entregado. Había intentado enfrentarse al monarquista y a pesar de su falta de éxito aquello era algo. Significaba que ella no se había dado por vencida, que lucharía si era necesario.
—¿Si él sabe que la tenemos cómo podemos estar seguros que no vendrá a buscarla? —preguntó Kaitlyn.
—Si él está en las Tierras del Sur le tomará tiempo encontrar un pasaje que no incluya cruzar agua directamente para llegar a las Tierras del Norte —dijo Riley—. No vendrá esta noche. Aún con la subjetividad del tiempo a su favor no lo lograría.
—Este día parece eterno —dijo Nicholas y suspiró—. No sé si alegrarme que esté llegando a su fin o preocuparme por lo que dure la noche.
—Lo segundo. No es fácil dormir sabiendo lo que la noche significa —dijo Liam.
—Pidan una infusión durante la noche, aquello facilita el sueño —dijo Falco.
—¿Eso haces tú? —preguntó Kaitlyn.
—Llevo demasiado tiempo sin dormir correctamente, nada me ayudará a mí —dijo él.
No dijo nada más. Permaneció sentado en el alféizar del gran ventanal mirando fuera el ardiente atardecer. Para tratarse de un príncipe se comportaba como un joven bastante normal, como cualquier otro cazador añorando el exterior. Eran sus sentimientos quienes no le permitían dormir. Su sangre en parte humana le impedía el sueño por no conocer la respuesta a lo que sucedería tarde o temprano. Falco había visto el final, pero aquella pelea no tenía vencedor y era aquella la causa de su insomnio. No saber quién ganaría, si ella o él.
—¿Se han preguntado qué es lo que ella olvidó? —preguntó Marcus observando el fuego arder en la sala—. Una mordida, un recuerdo menos. No creo que Damon haya tomado un recuerdo cualquiera y tampoco tomó el recuerdo de ese momento, de la mordida, porque él quiere que ella vuelva.
—Recuerda que la mordió, no recuerda como se siente —dijo Falco—. Fae se ocupó de eso.
—¿Entonces qué creen que haya olvidado? —preguntó Nicholas.
—Él es inteligente, no tomó un recuerdo al azar —dijo Liam—. Tiene que haber sido uno específico. Pero no tenemos modo de saber qué. ¿Cómo preguntarle a Lizz lo que él tomó de ella si no tiene modo de saber lo que olvidó?
—Es sencillo Liam. Tienes que pensar como el depredador —dijo Riley y golpeó su cabeza—. ¿Qué tomarías de la persona que mejor te conoce?
—Tomó lo único que ella sabía y hubiera podido ayudarnos —dijo Marcus y tiró una bola de papel a las flamas—. Lizz y yo pasamos mucho tiempo juntos cuando volvimos de New York la primera vez. Ella me contó que le pidió a Damon que le enseñara a enfrentarse a un monarquista y la entrenara para poder vencerlo, él no dejó de hacerlo hasta que ella no fue capaz de vencerlo a él. Eso es lo que debe haber tomado.
—Tiene sentido. Yo hubiera tomado lo mismo estando en su lugar. -Dijo Nicholas molestó y golpeó con un puño el suelo, justo frente a donde estaba sentado.- Ella ya no sabe cómo enfrentarlo, cómo vencerlo. Era nuestra única esperanza.
—Él realmente estará siempre tres pasos delante de nosotros. ¿Verdad? —dijo Kaitlyn—. Tiene que haber un modo de hacer que Lizz recuerde. Damon podía recordar algunas cosas.
—Damon tenía más de un siglo con eso y era un dependiente —dijo Liam.
—Pero tiene que haber un modo de hacerla recordar —dijo Riley—. Él le enseñó todo lo que era necesario.
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Presa (Cazadora #2)
AdventureLizz y Liam Dunne son miembros de la Sociedad, personas dotadas con diferentes habilidades para ser capaces de mantener la paz entre el mundo humano y el paranormal. Con solo diecisiete años, los mellizos han burlado a la muerte más veces de lo que...