A pesar del tiempo que llevaba repitiéndose que había sido una ilusión, una mala jugada de su mente a causa de la preocupación y quizás un poco de paranoia, no había podido quitarse de la cabeza aquella rápida nota de violín que solo podía pertenecerle a una persona. Había pasado las últimas horas diciéndose que aquello no era real ya que no lo había vuelto a oír pero hasta el momento la inseguridad no se había esfumado.
Al llegar a la casa Damon tiró de su cabello mientras sus pensamientos lo torturaban aún más. Quizás no debió haber dejado que Liam partiera con Kaitlyn al cine, se arrepintió de haber permitido algo así sabiendo que el maestre no tendría ningún modo de estar advertido con prevención en caso de encontrarse en presencia de un monarquista. Se dijo a si mismo que nada malo tenía por qué sucederle a Liam y se reprendió por hacer suposiciones a partir de nada en concreto.
Miró sobre su hombro una vez, los dos hombres miembros de la Sociedad seguían en el auto estacionado frente a la casa vigilando todo con extrema atención. A pesar de todo, aquello lo tranquilizó en cierto modo. Buscó las llaves en el bolsillo de su chaqueta y las introdujo en la cerradura. Entró a la casa y casi al insntate quiso salir. Apretó los dientes y cerró las manos al oír la exótica y misteriosa melodía de un laud. Cerró la puerta con cuidado y registró la casa.
Se detuvo en la entrada de la cocina al encontrar a otro joven sentado a la mesa con una copa de sangre delante. Él se dio vuelta para verlo y le sonrió como quien reencuentra a un viejo camarada. Su sonrisa era perfecta, de dientes blancos que mostraban a la vez una amenaza. Su cabello era oscuro y largo, recogido con una coleta detras, sus ojos verdes eran casi los de un monarquista y no se molestaba en ocultarlos.
—Es un placer volverte a ver, Damon —Dijo él.
—No esperaba encontrarte por aquí Timothy —Dijo Damon con cuidado.
—Un par de asuntos me han traído a Dublín y no podía pasar por alto la ocasión de visitarte —Dijo Timothy y miró con interés su copa—. No, claro que no viejo amigo. Hace tiempo que no nos vemos. ¿Pero qué es el tiempo para nosotros? Aunque tú no te estuviste aburriendo últimamente por lo que tengo entendido. Por cierto, mi señor está un poco muy disgustado contigo.
—Tu señor está un poco muy disgustado conmigo desde que logro recordarlo —Dijo Damon—. ¿Sabes que no puedes entrar aquí sin más? ¿Siquiera te fijaste en los dos hombres fuera que vigilan la casa?
—Tranquilo, no recuerdan haberme visto entrar y no recordarán haberme visto salir —Dijo Timothy y agitó el contenido de la copa—. Es una de las ventajas de ser lo que somos. Lo sabrías si no hubieras optado por el tonto camino de la abstinencia. No puedo creer que ahora tomes esa porquería sintética que pretende hacerse pasar por sangre. Me he tomado la libertad de tomar prestada una copa, espero no te moleste. No veo nada de lírico en tomar de una botella.
—Esta no es mi casa —Dijo Damon.
—Lo sé. ¿Quieres un poco? Traje suficiente para los dos —Dijo él y Damon frunció los labios al ver la copa—. Mi señor no tiene por qué saber que he compartido de su sangre contigo. Es tan bondadoso al considerar que ando fuera y dejarme llevar su sangre conmigo. Casi lo olvido, te manda saludos.
—Respóndele por mí cuando lo veas —Dijo Damon y Timothy lo miró con una distante curiosidad al estar totalmente absorto por la sangre
—.Siempre me he preguntado por qué. ¿Por qué entregarte a la abstinencia? ¿Por qué el famoso Damon Moore abandonó la vida que tan felizmente llevaba? ¿Qué fue lo que te hizo tomar aquella repentina decisión? Y entonces digamos que averigüé un poco por mi cuenta y ahora sé de quién es la culpa. Hasta hace unos años seguías tomando sangre por más que ya no provocabas muertes. Recuerdo perfectamente nuestras noches cuando salíamos por un buen trago. Y entonces ya no. No me sorprende, siempre fuiste de respetar mucho las reglas del tiempo donde naciste y supongo que un padre no estaría nunca de acuerdo en que un bebedor de sangre esté con su hija —Dijo Timothy y Damon le echó una mirada de advertencia.
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Presa (Cazadora #2)
AdventureLizz y Liam Dunne son miembros de la Sociedad, personas dotadas con diferentes habilidades para ser capaces de mantener la paz entre el mundo humano y el paranormal. Con solo diecisiete años, los mellizos han burlado a la muerte más veces de lo que...