1 Inverso

1.8K 73 81
                                    

Un día en Ecomoda tranquilo, todo es básicamente igual.

Las del cuartel siguen igual de irresponsables y bulliciosas.
Hugo sigue siendo el “hombre” más egocéntrico.
Armando es un histérico de mierda (aún).
Mario aún teme del compromiso, pero no hay Betty, y Marce es simplemente una amiga más, por fin había abierto los ojos, Armando no iba a cambiar y ella valía más que seguir esperando el cambio.

—¡Ay Inesita! ¡Apúrele!— El diseñador gritaba desde el show room.

—¡Ay Don Hugo! ¿Pero porqué tanto grito? — Inés salió corriendo del taller con la cinta métrica enrollada en el cuello y aguja e hilo en mano.

—¿Por qué será? ¿Porqué creé que estoy tan histérico? — Refunfuñó Hugo bajando del escenario caminando hacía Inés.

—Pues no lo sé Don Hugo, usted grita por todo.— Dijo Inés acercándose a una modelo que la esperaba parada a medio lugar.

—Si, si bueno, ¡Ya, ya, ya! ¡Me calmo porque me salen arrugas! ¡Arruinan mi cutis! — Se tocaba la cara de manera exagerada.

En presidencia.

—¡Ay hermano! ¡Ya dígame la verdad!— Mario se dejó caer en la silla frente al escritorio del presidente.

—¿De que habla, alimaña? — Armando dejo los papeles en el escritorio y lo miró.

—¡Que es un Hugo! —Carcajeo.

—¡Tan bobo usted! ¡Dejé de decir pendejadas! — Alzó la voz.

—¡Pues hermano! ¡Tiene un año que se dejó de Marcela y usted nada de nada!— Alzó las manos dramatizando.— Le diré a Hugo que le haga una cita en algún bar gay.— Sacó su celular y simuló marcar algún número.

—¡Ay ya! ¡Dejé de molestar hombre! Ahorita no estoy para relaciones Mario, vamos muy bien en la empresa y así la quiero mantener, no quiero fallar, no necesito distracciones. Ya suficiente con el martirio que les hice pasar a mis papás por lo de Marcela, que si me lo preguntas fue un escándalo exagerado.— Acomodo los papeles y cerró si portafolio.

De pronto algo lo exasperó, como era de costumbre. Las del cuartel.

—¿Es enserio que viene esa mamasota? —Gritó Aura María.

—¡Si, si Aura María! ¡Ahora cállese que va venir la pantera de Don Armando! — Dijo Sofía, tratando de no gritar.

—¡Ay que estrés con usted Aura María!— Replicó Mariana.

Armando y Mario abrieron las puertas de presidencia, quedando detrás de Sofía.

—Mmm.— Armando se aclaró la garganta mirando a Sofía.—¿De que pantera habla Sofía?— Se acercó a ella  y Sofía brinco, todas tratando de guardar la risa.

—¡Ay Don Armando!— Volteó y sonrió nerviosa.— ¡No, no, yo hablaban de otro Don Armando y de otra pantera! — Se paró a un lado de Sandra.

—¡Bueno, bueno! ¿Porqué tanto alboroto ah? — Hizo ademanes con las manos.

Mario reprimia una carcajada.

—Ay Don Armando, es que hoy viene una estrella de la pantalla.— Sandra dijo suavemente.—

—Si Don Armando ¿Que no le dijeron? — Pregunto Sandra.

—¿Ah sí? ¿Y quién es? ¿Y porqué nadie me informó ah? — Replicó.

—Armando...— Mario tosió.

—¡¿Que?! — Volteó molesto y los ojos se le abrieron al par y la mandíbula cayó, sus mejillas se sonrojaron.

—¡Hola, hola! ¡Un gustó! — Mario se acercó a la “estrella” y la saludó de besó, volteó a ver a Armando que seguía atónito, Mario le hizo una seña para que reaccionará.

—Hola, un gusto.— La joven mujer sonrió.

—¡Hola! Una disculpa... yo, no sabía que usted venía, parece que nadie le avisa nada al presidente ¿Verdad? — Lanzó una mirada al cuartel.

—No, no no se preocupe...— Le tendió una mano.

—Armando.— Tomó su mano.— Armando Mendoza, presidente... de Ecomoda.— Balbuceo.— Él es el vicepresidente de está empresa, Mario Calderón.—

—Disculpalo por favor... ¿Ana? ¿Puedo llamarla Ana? — Mario pregunto con picardía en si voz.

Las del cuartel se contenían por no saltarle encima a la señorita, se movían de un lado a otro tratando de encontrar el momento de entrar en la conversación. Bulliciosas.

—Claro, si.— Ana sonrió.

—Armando reaccione hermano.— Le dió un codazo y Armando se sonrojo, no podía apartar los ojos de su linda sonrisa.

—¿Ana María... Orozco? — Seguía embobado en su sonrisa.— Es un lindo nombre.

—¡Si doctor! ¡Es Ana María Orozco! ¡La gran actriz!— Gritó Aura María interrumpiendo y riendo estruendosamente.

—¡Aura María, por Dios! — Regaño Inés.

Ana sonreía halagada, la atención era algo a lo que estaba acostumbrada, pero algo aquí le hacía sentir distinto... ¿Ese sonrojado presidente neurótico?

Armando no escucho bullicio, no se molestó, no se inmutó, estaba perdido en los ojos de la gran actriz...

—Señorita, ¿a qué debemos su visita?— Dijo Inés suavemente.

—Oh, si, vine a ver a Hugo Lombardi, encargué un vestido para mí próxima premiere.— Explicó.

—Es un honor que haya escogido a Ecomoda, bueno a Hugo.— Sonrió Armando.

—¡Anita! ¿Pero que hace usted acá ah? ¡Venga, venga!— Hugo apareció pavoneandose y alzando la voz.

—¡Hola Hugo! Ya mismo iba para allá.— Se dieron un beso en ambas mejillas.

—¡Uy cuidado, Anita! ¡No dejes que estás “cosas” te toquen, te hablen, te respiren cerca! — Hizo un zumbido y señaló al cuartel.

—Hugo, comportate.—Dijo Ana con suavidad.

—Bueno, bueno pero también ten cuidado con estos... perros de casería.— sonrió al par de hombres.

—Ya, ya Hugo no hace falta que nos presentamos de nuevo.— Dijo Mario.

—Bueno, Ana un gusto en verdad... yo- yo espero que te la pases rico acá.— Armando sonrió y se despidió, sentía que levitaba hasta presidencia.

En presidencia... otra vez.

—¡Hermano, hermano! ¿Si la vió? Ah no, espere me enamoré.— Mario alzó la voz y se dejó caer en el sofá.

—Si hermano, usted cada semana enamorado pero de mujer distinta. Dejé la bobada.— Replicó Armando acercándose un vaso de whisky.

—¿No me diga que no es una hermosa mujer? O es que también se le descompuso el radar...— Se burló.

—¡Déjeme en paz!— Puso los ojos en blanco.— Si... Ella es una mujer muy hermosa.— Sus mejillas se enrojecieron.




Hello There.

Me pareció divertido jugar con los espacios y tiempo de nuestros personajes favoritos jaja. Esta mini XD.
Las historias serán cortas, no hay  continuidad entre ellas u orden, a menos que quisieran segunda parte de alguna uwu.

One Shot's los que guste y mande.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora